La semana pasada decidí abordar el tema con el propósito de presentar una voz disidente a la puesta en duda del consenso científico sobre el cambio climático, sus causas y consecuencias. Al final escribí: “Curiosamente, quizás una Corte norteamericana diga la última palabra”. Ahora explico.
En 1997 en California se derogó una ley que prohibía demandas de fumadores contra tabacaleras porque se daba por supuesto que el público estaba informado de los males derivados de fumar. En el mismo año, mediante acuerdo con el gobierno, la industria tabacalera accedió a pagar $368.500 millones en 25 años para reparar daños por la adicción a la nicotina. En otro debieron reembolsar $11.300 millones al gobierno estadual por razones similares. En 1998, en Florida, se interpuso una demanda colectiva contra las compañías tabacaleras de aproximadamente 500 mil fumadores afectados. Pretendía $200 millones en compensación. El abogado, Stanley Rossemblatt, afirmó que “las compañías tabacaleras actuaron deshonestamente más de 40 años, pues sabían que las principales sustancias de los ingredientes de sus productos eran adictivas.”
En DePue, pequeña comunidad a orillas del lago del mismo nombre en Illinois, USA, una zona industrial abandonada estaba contaminando la ciudad. Nadie se hacía cargo. Era una fundición de zinc que cerró en 1989, pero cantidades peligrosas de plomo, mercurio, cianuro y cadmio permanecían en el suelo. El poblado de 1600 habitantes tenía una de las tasas más altas de esclerosis múltiple en USA, y los residentes sospechaban que las tasas elevadas de cáncer estaban relacionadas con la planta. Después de años de maniobras procesales, en 2013, se llegó a un acuerdo con Exxon y otros propietarios por casi $1 millón.
En otro pueblo pequeño, Roxana, también en Illinois, una refinería petrolera había contaminado las aguas subterráneas con benceno, un carcinógeno, y los dueños, Shell y ConocoPhillips, se negaban a limpiarlo. En 2017, las empresas debieron pagar casi 5 millones de dólares.
Estos últimos dos casos fueron llevados por la abogada Missy Sims (54 años, Princeton, Illinois, católica practicante). Según The New York Times (NYT, 19 julio 2023-- de donde tomo la información) “es una de las figuras legales más sorprendentes que han surgido mientras el mundo afronta los efectos devastadores del calentamiento del planeta.” Sims trabaja actualmente en Milberg, uno de los despachos especializados en demandas colectivas más grandes del mundo.
En 2017 fue enviada a Puerto Rico a construir un caso en nombre de los gobiernos locales (municipios) por problemas consecuencia de la adicción a drogas. Meses después azotó el huracán María. La terrible devastación en la isla conmocionó a Sims. Entonces pensó que aquello era culpa de otro grupo de corporaciones, las compañías de combustibles fósiles habían calentado el planeta y engañado al público sobre el calentamiento global, ganando miles de millones en el proceso.
La demanda está causando revuelo aun cuando todavía no ha sido presentada. El senador por Rhode Island, Sheldon Whitehouse, exfiscal general del Estado, compara las tácticas de la industria de combustibles fósiles con los esfuerzos de las empresas tabacaleras para minimizar los efectos de fumar sobre la salud. “El hilo conductor allí es que alguien está dispuesto a mentir por dinero”, dijo.
La abogada Sims explica cómo “a partir de la década de 1980, las empresas, incluida Exxon, comprendieron que las emisiones de combustibles fósiles calentaban rápidamente el planeta, pero iniciaron un esfuerzo coordinado para ocultar esa información al público”. Explicó también “cómo llevaron a cabo un sofisticado esfuerzo de cabildeo para bloquear la regulación de emisiones. Cómo sembraron dudas en torno a la cada vez más contundente ciencia del cambio climático.” (Me hace pensar en la web de Coalición CO2)
El artículo del NYT dice “(el huracán) María se hizo más potente y decantó mucha más lluvia debido al cambio climático causado por el ser humano, según han revelado las investigaciones. Los huracanes, aseguran los científicos, se están volviendo más destructivos a medida que aumenta la temperatura de la atmósfera y el agua debido al calentamiento global. Y las aguas alrededor de Puerto Rico se han calentado de forma notable en los últimos años, lo que generó la rápida intensificación que hizo que las tormentas fueran tan poderosas.” Tormentas poderosas por todas partes es lo que estamos viendo actualmente ¿no? E incendios infernales también.
Sims no cree que en ese caso se llegue a un arreglo debido a la naturaleza arrolladora de los cargos. “Si llegan a un acuerdo con nosotros, tendrán que llegar a un acuerdo con el mundo”, afirmó.
Nosotros esperaremos con paciencia hasta que “una Corte norteamericana diga la última palabra”.
Francisco Díaz Rodríguez
Abogado.