Un grupo de jóvenes que labora para una empresa de entregas a domicilio recolecta dinero para uno de sus compañeros que sufrió un accidente de tránsito el domingo 13 de febrero, por la noche, tras lo cual le fue amputado el pie derecho, y aún sigue hospitalizado debido a las lesiones.
En San Miguel se vincula al accidente a un empleado municipal y pariente del alcalde; quien ayer por la tarde dijo a El Diario de Hoy que tiene pruebas para demostrar que no fue su responsabilidad.
Jerson Daniel Corvera Amaya, el joven repartidor, “está en un hospital público porque no tiene seguro ni AFP. La prótesis tiene un costo entre $1,200 y $1,500. Aparte él no tiene un fondo como para poder decir que al salir del hospital tomara dinero de algún lado para su recuperación, por eso estamos recogiendo dinero para que cuando le den el alta”, comentó Milton , un compañero de trabajo, quien prefirió omitir su nombre por razones de seguridad.
El domingo 13 de febrero, a eso de las 8:45 de la noche, Corvera Amaya, de 19 años, se conducía en su motocicleta sobre la 4ª calle Poniente, cuando fue impactado por un vehículo, de acuerdo con la inspección preliminar del Departamento de Tránsito de la Delegación de San Miguel. El motorista del vehículo se quedó en el lugar mientras una patrulla trasladó al joven al Hospital Nacional de San Miguel.
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Cuñado del alcalde explica su inocencia
En el municipio se esparció el rumor de que el conductor involucrado es el capitán Mauricio Campos, empleado de la alcaldía de San Miguel, ex miembro del consejo municipal y cuñado del alcalde actual Wil Salgado.
Campos explicó vía wasap que este miércoles, a las 10 de la mañana, dará una conferencia, en donde mostrará un vídeo en el que se puede observar que él no es responsable de lo que ocurrió al joven repartidor.
En redes sociales circulan vídeos donde se puede observar al capitán Campos entregando café a los agentes policiales que llegaron a atender la emergencia.
Solidaridad
Los compañeros de trabajo de Corvera Amaya son enfáticos al decir que su único interés es recolectar fondos para ayudar en la recuperación de su amigo y será él quien tome la decisión de proceder legalmente o no hacerlo.
“Él sabrá qué hacer, si tomará la decisión de seguir un proceso o qué es lo que va hacer. No queremos adelantar criterio porque queremos dejar que las instancias correspondientes hagan su debido trabajo y que se respete. No queremos consecuencias legales hacia nosotros por tratar de ayudar”, añadió Milton.
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Para contribuir con la recuperación del joven de 19 años de edad habilitaron en el Banco América Central la cuenta número 122122872 o por tigomoney 72735709.
“Los gastos médicos y el costo de recuperación serán bastante altos tomando en cuenta su estado de salud. Solicitamos a las personas que quieran apoyar ya sea desde $0.25 a $1.00 o más, entre muchas personas podemos hacer algo por él”, expresó Milton; quien añadió que la noche del lunes lograron recolectar $100.
Con ese dinero compraron un teléfono celular, el cual será rifado. Ya tienen las listas numeradas. Esa dinámica les permitirá lograr más fondos, de acuerdo a sus protecciones.
Julián perdió la memoria tras accidente
En los últimos seis meses, unos siete motociclistas compañeros de trabajo de Corvera Amaya han sufrido algún tipo de accidente de tránsito. De estos casos el del joven de 19 años es el más grave.
El 7 de agosto del 2019, Julián Pozo, de 20 años, sufrió un accidente de tránsito cuando viajaba en su motocicleta, del hecho dice no recordar nada, incluso por un tiempo solo reconocía a un tío.
Hasta el 7 de agosto del 2019, Julián formó parte de algunos equipos de fútbol de diferentes categorías, pero de esto él dice tener pocos recuerdos.
“La vida cambia de manera tan repentina, pero uno no decide sino que es Dios. Me cambió la vida tan al instante, pero uno siempre trata de guerrear estar adelante y firme”, dijo Julián, quien sufrió una lesión en el cerebro , debido a la cual no mueve el brazo derecho y se vio obligado a dejar la cancha de fútbol e iniciar la lucha por encontrar un empleo.
“Antes trabajaba de bartender y luego del accidente no pude seguir en eso, ni jugando. Todos los trabajos que conseguí me decían que tenía que usar ambos brazos y lastimosamente no podía. Me tocó hacer delivery y acá estoy gracias a Dios. Ya tengo ocho meses trabajando”. En ese tiempo ha tenido algún percance en la calle pero nada de gravedad, comentó.
Julián añadió que ahora sabe que como motociclista debe de “andar viendo los lados, pendiente de los espejos, adelante y atrás porque cualquier cosita puede provocar una tragedia” .