Representantes de la Asociación Promotora de Derechos Humanos de El Mozote (APDHEM), denunciaron la semana pasada la falta de transparencia en el proceso de reconstrucción que el presidente Nayib Bukele prometió hace más de dos años, en dos conmemoraciones a las víctimas de la masacre que ocurrió en esa zona, en el contexto del conflicto armado salvadoreño.
El 4 de marzo anterior, iniciaron las obras que ahora preocupan a la comunidad porque se realizan sin proceso de consulta con los habitantes, familias ni con la APDHEM, que es la representante de las víctimas ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La Dirección de Obras Municipales (DOM), propuesta por el Ejecutivo a la Asamblea Legislativa y aprobada, en su mayoría, por la bancada de Nuevas Ideas, es la instancia que está a cargo de ejecutar las promesas a las que el presidente Bukele se comprometió con cumplir en El Mozote.
Tras el inicio de la primera fase de la reconstrucción en la plaza central y áreas memoriales, los habitantes aseguran no estar en contra de las reparaciones; sin embargo, les preocupa que no exista un diálogo con la parte que representa a las víctimas.
Amadeo Martínez, representante de APDHEM, afirmó que como asociación solicitan que se les informe sobre los proyectos que se van a realizar para que ellos no tengan incertidumbre de que puedan modificarse los monumentos que identifican su historia e identidad.
“Con esto de no decirnos nada, al parecer, quieren borrar nuestra memoria histórica, lo que hemos sufrido, y no podemos permitir eso. Por eso estamos aquí, en nombre de todas las familias que viven en esos lugares”, indicó durante la conferencia de prensa.
David Morales, abogado de Cristosal, dijo que las víctimas de la masacre de El Mozote y sitios aledaños tienen derecho a ser consultadas en todo el proceso de reparación, así como lo ordenó la CIDH en su sentencia del 2012, donde obliga al Estado salvadoreño, en un plazo de cinco años, a invertir en reparaciones sobre las que la comunidad expuso no ver avances sustanciales.
“Hacer obras sin consultas y, de paso, sembrar incertidumbre sobre la posible alteración o destrucción de sitios que representan la identidad, historia de dolor, de lucha por estas comunidades, es un acto agraviante”, destacó Morales.
Alvaro O’Byrne, director ejecutivo de la DOM, expresó que “dichos trabajos ya se están realizando con mucha precaución y con todo el respeto a las víctimas y sus familiares en la Plaza Memorial, Jardín de Niños y la iglesia parroquial de dicho caserío del cantón La Guacamaya, municipio de Meanguera, departamento de Morazán”, en un comunicado durante una visita a el caserío El Mozote el 5 de marzo pasado.
Esto contrasta con lo que testifican los representantes de las víctimas de El Mozote, quienes exigen que el Gobierno les escuche e informe sobre las obras que allí se realizarán.
En redes sociales circulan imágenes del diseño de las obras que se ejecutarán. Según David Morales, “al parecer, sí alteran los monumentos”. Monumentos que la asociación afirma en su comunicado que “no fueron construidos por ningún gobierno anterior ni el actual. Son obras que con amor y sacrificio construyó la comunidad. Representan historia, nuestro dolor y esperanza, nuestra memoria”, indicó.