El fútbol es la pasión que reúne a los jóvenes de diferentes comunidades en San Salvador, cada fin de semana, en una de las canchas de la colonia 5 de Noviembre. Ahí lo que reina es el fútbol y su objetivo, más allá de un momento de recreación y sano esparcimiento, es sacar lo mejor de los jugadores.
Así lo resumen Enrique Guzmán y su esposa Sandra. Ellos crearon hace 12 años el proyecto denominado “Camino a la Excelencia”, una iniciativa que tiene como objetivo la cohesión social y la de formar valores guiados en la Palabra de Dios.
Por si queda duda, en esta colonia se confirma que el fútbol es un imán para niños y adultos, ya que pocas actividades tienen tanto poder de convocatoria, que incluso salta las barreras de las comunidades.
No importa si llueve, hace sol o tiembla, los partidos siempre se realizan y se cuenta con público que disfrute de ellos.
La Isla I, La Granjita, Guatemala, Los Naranjos o La Rábida son algunas de las comunidades que han formado un equipo y compiten durante el torneo que tiene una duración de entre siete y ocho meses. Algunas de ellas están catalogadas por las autoridades de “alta incidencia delincuencial”.
Equipos unidos
Para Enro, como le dicen los jugadores a Enrique, el proyecto ayuda a los jóvenes a aprender valores individuales tales como el esfuerzo o el compromiso y los colectivos como el trabajo en equipo, la igualdad y la tolerancia.
La fórmula del éxito, afirma, está en que cuantas más horas pasan los jóvenes en un campo de fútbol, menos estarán en actividades que puedan considerarse delictivas o que no les traiga algún beneficio.
Las malas expresiones, el amenazarse o incluso gritar “la vieja” no están permitidos en el espacio.
Enro asegura que en los 12 años del proyecto nunca se ha registrado una pelea.
Los encuentros deportivos únicamente se realizan en la cancha de la referida colonia y por ello cada equipo tiene la misión de darle mantenimiento en un horario establecido.
Cada uno de ellos aporta para la compra de pelotas, pintura, mallas, uniforme y el premio final que no solo incluye una copa sino que puede variar desde una salida a comer u otra actividad.
Pasión sigue con los años
Los esposos Guzmán creen firmemente que el deporte rey puede cambiar la vida de los jóvenes y ya lo han visto reflejado en varios jugadores.
“Aquí hay jóvenes que los conocimos desde que eran niños, aquí los hemos visto crecer y ahora ya son profesionales o han formado su hogar. Lo más importante es que siempre vienen y traen a su familia”, indicaron los esposos.
Y eso es lo que los motiva a seguir con los encuentros deportivos, afirman.
En los 12 años de los juegos solo se pausaron por el confinamiento de covid-19 y regresaron luego que las autoridades de Salud decidieran abrir nuevamente los espacios de recreación.
“Siempre estuvimos pendientes de los muchachos (durante el confinamiento) y cuando dijeron que se podían hacer otra vez estas actividades decidimos regresar”, mencionó Enrique.
Sin embargo, encontrar patrocinadores o alguien que crea en los cambios a través del deporte son escasos, dijeron.
El apoyo siempre es bienvenido ya que, por el momento, cada equipo costea los gastos para uniformes, de transporte, si desean hidratarse y también el premio para lo ganadores.
Planes del proyecto
Entre los proyectos a corto está el de capacitar a aquellos jugadores que deseen aprender algún oficio para luego ingresar al mundo laboral.
“Esto les va ayudar mucho porque los jóvenes quieren superarse”, manifestó Sandra.
Es por ello que se han hecho gestiones con diferentes organizaciones para que habiliten talleres vocacionales.
También mantienen reuniones con la alcaldía capitalina para el apoyo en la poda de árboles y la iluminación.
“Acá cada equipo tiene un día para realizar la limpieza, todos participan. Nosotros pintamos, pero ya está desgastada (la pintura) y necesitamos pintar otra vez, mejorar los asientos también”, indicaron.
Asimismo, mencionaron que pese a que las bancas no están techadas los asistentes se mantienen cuando llueve.
“Esto se convierte en un lugar de entretenimiento no importa de dónde vengan el fútbol los motiva”; dicen con entusiasmo.
Por otra parte, entre los planes a futuro está poder techar todo el espacio para llevar a cabo otro tipo de actividades recreativas para toda la familia. Asimismo, el cambio de las luces.
Comentarios no los detienen
Al consultarles si alguna vez quisieron no seguir con el proyecto, ellos son enfáticos en decir que sí.
“Varias veces quisimos tirar la toalla, porque siempre hay alguien que va hablar de lo que uno hace cuando lo que queremos es pasarla bien y a través del fútbol llevar un mensaje de unión guiados en la palabra de Dios”, explican.
“Pero son los mismos jóvenes quienes nos motivan a continuar y ellos nos llegan a buscar a la casa y nos dicen que sigamos y eso no llena de satisfacción”, manifiestan los esposos.
Entre los triunfos está haber llevado a un equipo que se formó en dicha cancha a la segunda división de fútbol sala en El Salvador.
Quien desee apoyar al proyecto puede hacerlo contactándose al WhatsApp 7857-6580 o al correo enrofilipo@gmail.com.
Puedes seguir el campeonato en su página de Facebook: Torneo 5 de Noviembre New Edition.
En esta se publican los horarios de juego que son los sábados desde la 5:00 de la tarde y los domingos desde las 4:00 de la tarde en adelante.
Asimismo si una comunidad desea participar de los campeonatos puede hacerlo por las mismas vías y los jugadores pueden ser mayores de 14 años.
Actualmente se manejan tres eliminatorias simultáneamente denominadas La Liga, Champions y UEFA Conference League.
“Me va a gustar toda la vida”
David Zelaya forma parte del equipo Colo Colo, él se preparó con sus tacos y uniforme rojo. Sentado entre los asistentes, espera su turno para entrar al juego con los actuales campeones “EL- AL F.C”.
El joven de 25 años aún recuerda que llegaba cuando era niño a la cancha a ver los partidos.
Relata que un comienzo solo miraba y siempre le decían que jugara que no le tuviera “miedo a la pelota”.
Fue así como poco a poco comenzó a practicar y lo fueron motivando a formar parte de un equipo.
Con miedo, entró a jugar y rememora que la primera vez que lo hizo a los pocos minutos se cayó.
“Solo entré a rasparme y no se me va olvidar, pero eso no me detuvo”, sonríe el joven.
Él asegura que el proyecto cambia vidas y él es un ejemplo de ello.
“Gracias a Dios logré superarme, salí de esta comunidad, pero aún vengo. Esto me va a gustar toda la vida”, dice mientras alienta a su equipo Colo Colo.
“Aquí varios ya se casaron y ahora traen a sus hijos”, comenta.
Eso sí, pide el apoyo de personas altruistas o organizaciones para que se sumen y crean en un cambio positivo en las nuevas generaciones.