Fieles a Monseñor Romero llegaron desde temprano este lunes 15 de agosto a la cripta de Catedral Metropolitana, en el centro de San Salvador, para conmemorar los 105 años de nacimiento del santo salvadoreño. Sus seguidores dieron agradecimientos y pidieron favores como parte de los rituales religiosos.
Una de las seguidoras de San Óscar Arnulfo Romero es Dora Najarro, de 64 años. Ella afirma que lo conoció cuando era una niña a través de su mamá en una ocasión en la plaza Gerardo Barrios. Cuenta que el asesinato de monseñor Romero, el 24 de marzo de 1980, impactó significativamente sus vidas y, hasta la fecha, considera que "fue un sacerdote inocente y su muerte es un acto de injusticia". En Catedral, Dora oró por la calma de sus enfermedades y por el alma de su esposo, quien fue asesinado y desaparecido en 1983 a causa de la guerra.
Momentos después, se acercó Rosa Carballo, de 56 años. Ella, como todos los años, se postró frente a la tumba para agradecerle a San Romero por haberla sacado de una crisis hace seis años. "Es una persona especial y siempre pidió por los pobres", señaló. Rosa conoció a monseñor Romero a través de escuchar las homilías.
"¿Qué diría Monseñor Romero sobre la realidad hoy?”, una pancarta con la voz de los salvadoreños
En las primeras horas de la mañana, como parte de las actividades, feligreses cantaron "Las mañanitas" y colocaron adornos florales en la tumba de Romero. Los responsables de la conmemoración explicaron que durante el día se programarán otras actividades, como el escribir mensajes o cartas, colocar flores y un círculo de reflexión sobre la vida del santo.
"El defendía a los pobres", señaló Ana Cruz, quien llegó en la mañana para rezar y agradecer por las intercesiones que ha hecho Romero. Ella es seguidora fiel desde hace 9 años y saber de Romero ha sido uno de los factores de cambio en su vida, aseguró.
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Iris Montano, de 37 años, asistió acompañada de su hija Abril para pedir por la salud de su familia. Comentó que Romero llegó a su vida como una herencia de sus papás, quienes lo conocieron en vida y asistieron al entierro el 30 de marzo de 1980.
Durante el día, también en otras parroquias del país se desarrollaron actividades para conmemorar el natalicio del primer santo de El Salvador.
Óscar Arnulfo Romero nació en Ciudad Barrios, en San Miguel, el 15 de agosto de 1917 y fue el segundo de ocho hermanos. Su labor como sacerdote comenzó en la parroquia de Anamorós y luego se trasladó a San Miguel.