Un estudio realizado en septiembre del año pasado por la Fundación Pro Educación de El Salvador (FUNPRES) mostró que las mujeres son el grupo que, en el contexto de la pandemia, ha sufrido más deterioro de la salud mental, sobre todo por ansiedad, depresión , estrés e insomnio.
La investigación, denominada “Salud mental en la población salvadoreña y factores relacionados”, abarcó una muestra de 1,583 personas de todo el país, de las cuales 54.6 % son mujeres, 45.4 % hombres y 2 % no binaria, que tienen entre los 18 y 74 años.
Fernando Mena, investigador especialista a cargo del trabajo, detalló que casi la mitad de los participantes presenta síntomas moderados o severos de depresión, ansiedad o tensión emocional. El 60 % está en riesgo de sintomatología clínicamente significativa de insomnio.
“Hay poblaciones que son específicamente vulnerables, en específico las mujeres, las personas solteras, jóvenes y quienes no trabajan”, indicó.
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Sobre la depresión, que está asociada con sentimientos de autodesprecio, desánimo, pesimismo e incapacidad de sentir placer, Mena señala que el 23.1 % mostró síntomas severos o extremadamente severos; 17.6 % moderados y 12 % leves: “Nos preocupa aquéllos que están en sintomatología severa o moderada, ya que estos síntomas tienen mayor intensidad y pudiera relacionarse a una peor calidad de vida. En este caso están aproximadamente 600 de los encuestados”.
Los resultados indican que 30 % de la población participante presentó síntomas severos o extremadamente severos de ansiedad, que se manifiesta con sequedad en la boca, dificultad para respirar, palpitaciones y sudoración.
El 10 % tuvo síntomas moderados, lo que al final indica un 40 % de la población afectada, a la cual hay que prestarles atención. Esto sobre todo entre quienes son solteros, están desempleados, o quienes reportan que el ingreso no alcanza. “El hecho de estar en una familia posiblemente puede ser un factor protector, que les ayude”, indicó.
Según detalló, uno de cada tres participantes, entre ellos mujeres, jóvenes y personas solteras, mostraron problemas de estrés.
Las personas de 18 a 24 años mostraron bastantes síntomas de depresión, ansiedad y estrés;a medida que la edad aumenta esos síntomas disminuyen.
La investigación de tipo cuantitativo también mostró que 46.26 % de la población considera que necesita acceder a un servicio para atender su salud mental, sobre todos los que tienen más sintomatología, pero no lo consigue.
Carlos Molina, director técnico de procesos de FUNPRES, señala que una de cada dos personas considera que su situación económica es peor que antes de la pandemia.
Esto es más marcado en mujeres y personas que no trabajan; también quienes reportaron que sus ingresos no alcanzaban.
A eso se suma los altos niveles de incertidumbre existentes, dado que el 90.2 % de los entrevistados, sobre todo mujeres, al momento de la entrevista estaban preocupados por el futuro económico familiar; igual porcentaje mostró inquietud sobre el aumento de los gastos del hogar.
La disminución de los ingresos también deteriora la economía de la familia, además de la pérdida del puesto de trabajo.
De acuerdo con Funpres, hay una relación entre la situación económica, la percepción de la situación económica y los problemas de salud mental de las personas, sobre todo ansiedad e insomnio inorgánico.
Molina precisó que el 62.4 % de ciudadanos que entrevistaron en septiembre no presentó casos de covid-19 en su grupo familiar, pero el 37.6 % sí reportó haber tenido un caso en su familia.
Los contagios en casa también estaban vinculados con la situación de salud mental.
Para esa fecha, 63.65 % de entrevistados, sobre todo aquellos con estudio universitario, ya tenía la segunda dosis de vacuna contra el coronavirus; el 25.03 % solo tenía una dosis, 9.61 % no se había vacunado y 1.71 % no estaba dispuesto a hacerlo.
El desplazamiento forzado y la migración también incidieron en la salud mental. “El 14 % de quienes participaron en el estudio reportaron haber sido forzados a abandonar su hogar y buscar protección debido a amenazas”, concluyeron.