AHUACHAPÁN. La fachada del Centro para la Cultura y el Arte Doctor Alfredo Espino, o lo que antiguamente era el Casino Ahuachapaneco, no siempre fue la misma,ya que casi cuatro décadas después de que el edificio original fue edificado, sus administradores optaron por darle un nuevo rostro.
En su historia ha tenido dos fachadas y una de ellas fue remodelada hace dieciséis años debido a daños severos que tuvo por causa de un terremoto y a su posterior abandono.
Registros periodísticos de El Diario de Hoy consignan que la razón del cambio en su fachada fue porque sus antiguos propietarios no querían que fuera similar a la de otro edificio que había en Santa Tecla.
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Una fotografía expuesta en el ex Casino Ahuachapaneco, y que fue donada por el señor Ovidio Milla, expone la fachada original.
La primera no tenía la entrada principal por el frente; sino que el ingreso debía de ser en los costados.
Además, en la parte principal se puede observar un elegante balcón, al que se le sumó, años después, cuatro columnas que actualmente dan la bienvenida a los visitantes y que fueron instaladas aproximadamente hace noventa años.
Es de resaltar que el casino era, en aquellos años, el centro de encuentro de las personas adineradas de la ciudad, por lo que su ingreso era restringido, tal como ocurría en la Sociedad de Empleados y Sociedad de Obreros, que también funcionaban en la cabecera departamental. Estas dos últimas aún existen.
El edificio original del casino fue construido en 1890; es decir que tiene 132 años de existencia, en la intercepción de la Calle Gerardo Barrios Poniente y 2da. Avenida Sur.
Fue en la década de los treinta que parte de la infraestructura fue modificada porque sus propietarios no querían que fuera similar a la de otro edificio que había en Santa Tecla.
La estructura del Casino tuvo severos daños en 1982, producto de un terremoto que sacudió a Guatemala, pero que también tuvo repercusiones en la ciudad por estar en una zona limítrofe.
Antes de ese año estaba en pleno apogeo; pero tras el fenómeno natural y por la severidad de los daños. quedó en el olvido.
Abandono y renacer
Por 22 años se convirtió en un lugar donde indigentes llegaban a hacer sus necesidades fisiológicas y, además, la falta de mantenimiento provocó que la estructura se dañara, al punto de representar un peligro para quienes transitaban en el lugar.
En el 2004, la administración municipal comenzó la gestión con los socios de aquel entonces para la donación del edificio, lo que logró hacer efectivo años después.
Para 2006, iniciaron los trabajos de restauración y en su interior se construyeron, entre otras áreas, una sala de teatro con capacidad para 207 personas sentadas, dos salas para conferencia, una sala de exposiciones y una cafetería.
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El 27 de noviembre de 2010, el lugar fue reinaugurado y bautizado como Centro para la Cultura y el Arte Doctor Alfredo Espino, en honor a uno de los poetas ilustres del país y que nació en Ahuachapán.
La actual administración municipal pintó recientemente la fachada luego de un estudio cromático que realizó la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura.
Dicha dependencia gubernamental determinó cuáles colores podrían aplicarse y que son los que presuntamente se asocian a la pintura original, como respeto a la historia.