Dos escenarios distintos durante el primer día de asueto nacional. Mientras que una parte de los salvadoreños disfrutó de las olas del mar en las playas de La Libertad, otros se quedaron en sus trabajos para poder generar ingresos o para “no dejar en el aire a sus clientes” este 26 de diciembre, luego de ser decretado el día de asueto y remunerado por la Asamblea Legislativa.
“Por un lado es bueno porque beneficia al trabajador, pero por el lado del patrón afecta, porque uno no las tiene en sus planillas ni las tiene programadas. La única medida que toma uno es darle el día o pagarle doble”, señaló Carlos Díaz, dueño de la vidriería Joel ubicada sobre la carretera Panamericana en Santa Tecla, La Libertad.
A su cargo tiene entre cuatro a cinco empleados eventualmente, pero este día él tuvo que hacerse cargo de los pedidos junto con otro empleado. Las vacaciones para estos dos trabajadores no fue posible debido a la demanda, así que estar descansando bajo lo rayos del sol tuvo que esperar.
Al igual que él, Carlos Berríos, gerente de una venta de autopartes de vehículos de Santa Tecla, explicó que el asueto lo tomó de sorpresa, por lo que para este 26 de diciembre tuvieron que trabajar con la mitad del personal.
“En este tipo de negocios hay encargos y habían ciertas cosas que ya estaban agendadas. Esa fue la razón principal por la que decidimos abrir este día y hemos tenido que reinventarnos con eso”, comentó.
El 20 de diciembre pasado, la Asamblea Legislativa, a través de un dispensa de trámite, aprobó con 69 votos a favor el día de asueto remunerado para los trabajadores del sector privado para el lunes 26 de diciembre de 2022 y para el lunes 2 de enero de 2023, con el objetivo de que las “familias puedan gozar de vacación” en las fiesta de fin de año.
Según la normativa, los empleadores deberán adecuarse a las necesidades de sus trabajadores, para que todos puedan beneficiarse.
Vacación y playa en La Libertad
Uno de los puntos más fuertes de este lado de la costa son las playas El Majahual, El Tunco y el tradicional muelle del Puerto de La Libertad, donde a media mañana de este lunes 26 de diciembre ya se observaban familias disfrutando de las olas y el sol abrazador.
Ruth Guevara es auxiliar contable en San Salvador, y la empresa en la que trabaja le dio el asueto remunerado de dos días otorgado por la Asamblea Legislativa.
Desde la playa y acompañada por su familia, señaló sentirse feliz porque fue otra ocasión para divertirse con los que más quiere.
“Nos benefició bastante porque hay muchos a los que no nos dan vacación anual”, señaló.
La misma opinión tuvo Edwin Guevara, quien explicó que son pocas las ocasiones en las que coinciden todos en una salida familiar.
“Nunca salimos y tenemos tiempo de no convivir. Pasar más tiempo es significativo porque toda la semana salimos temprano y regresamos tarde a la casa después de trabajar”, comentó. Edwin se dedica a ser motorista de una empresa y espera con ansias el asueto del 2 de enero.
Entre la enorme piedra de la playa del Tunco, César, quien se dedica a la jardinería en una empresa privada, disfrutó de la vista en este asueto.
“Alcanzó más tiempo para venir a disfrutar con los que más queremos después de la actividad navideña porque regresar el 26 de diciembre iba a ser más cansado. Nos ha sentado bien, siempre he trabajado los días de asueto, pero en esta ocasión la empresa en la que trabajo me ha dado la oportunidad. Ya mañana (27 de diciembre) regresamos con más energías”, dijo.
A 3 kilómetros, en la playa El Majahual se encontraron las amigas Marta y Edith, quienes se pusieron de acuerdo para juntarse. Este lugar es un punto de encuentro muy popular para los salvadoreños y desde hace tres décadas ellas tienen esta tradición para divertirse y relajarse del día a día.
Marta llegó desde San Salvador, mientras que Edith lo hizo desde el Cerro Verde.
Unos metros más adelante y originaria de Sana Tecla, Rosa Angélica llegó con su familia y amigos desde las 8:00 de la mañana. Se vinieron temprano para disfrutar de todo el día. Ella se puso unas gafas de sol y una ropa cómoda para disfrutar de las olas, junto con su familia se bañaron y disfrutaron de este día caluroso y a pesar de que no es empleada pública, vio con buenos ojos un segundo día de asueto después de Navidad y Nochebuena, porque esto permitió más días con la familia.