Por haber participado en la vida política de Francia y en Europa desde hace más de 25 años, durante el periodo del presidente Jacques Chirac (1995-2002/ 2002-2007), tanto como candidato a las elecciones legislativas en 2012 en la presidencia de Nicolas Sarkozy y 2017 cuando Francia eligió al presidente Emmanuel Macron, Pascal Drouhaud tiene una experiencia y análisis que permite entender la situación política que atraviesa Francia, a raíz de las recientes elecciones legislativas en su país, la que califica de “inédita”.
Ahora el presidente Emmanuel Macron deberá contar con una mayoría relativa: la fracción que lo apoya, “Juntos”, cuenta con 245 diputados, lejos de los 289 indispensables para tener una mayoría absoluta. Es decir que por primera vez desde el principio de la V República, creada en 1958 a raíz de la llegada del General De Gaulle al poder, la gobernabilidad parlamentaria tendrá que favorecer la negociación, el compromiso texto por texto. Es una lógica nueva cuando en Francia se tiene la cultura de la mayoría.
“Interés general” es la idea central bajo la cual el presidente Macron busca organizar un modo de gobernar.
¿En qué tienen un carácter inédito las elecciones legislativas de 2022?
La situación que vive Francia es inédita por varias razones: históricas, desde 1958 y la creación de la V República por el General De Gaulle, concluyendo con un régimen parlamentario de 1946 hasta 1958 (la IV República), la voluntad consistía en procurar al presidente las bases de una estabilidad parlamentaria con una mayoría. La Asamblea Nacional francesa cuenta con 577 escaños, la mayoría absoluta es de 289. La mayoría relativa que salió de las últimas elecciones abre un episodio nuevo en la vida política francesa. Hoy en día, teniendo la plataforma macronista 245 escaños, faltan 44 diputados para tener una mayoría absoluta. A diferencia de 1988, la necesidad de apoyo es más amplia, obligando el gobierno de la primer ministra Elisabeth Borne, a buscar apoyos según por lo menos dos lógicas que se tendrán que escoger: texto por texto, llegando proyectos y proposiciones de leyes a discusión. La segunda podría ser una forma de coalición, un poco como en Alemania o en Italia. Pero, por cierto, esta situación introduce una práctica que no coincide con el espíritu de las instituciones: dar al Jefe de Estado una mayoría solida para llevar a cabo la política sobre la cual está elegido.
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¿Estará Francia entrando en una crisis de gobernabilidad?
No lo creo pero Francia atraviesa un periodo inédito: el Presidente cuenta sobre una mayoría relativa, obligando la fracción que lo apoya a buscar alianzas con los demás diputados o fracciones para lograr la adopción de una mayorías de circunstancias sobre los textos de ley. Y por cierto, las reformas por aprobar no faltan: sistema de jubilación, protección del poder adquisitivo, políticas para volver “verde” sectores de la economía, lucha contra los déficits.
¿Cómo será la negociación?
En Francia, el Presidente nombra a su Jefe de gobierno, el Primer Ministro. Después de su reelección, el Presidente nombró a la Sra. Elisabeth Borne, que fue su Ministra del Trabajo antes de ser Jefa del gobierno. La tradición quiere que el Jefe de gobierno presente al parlamento, en “una declaración de política general”, los ejes de sus acciones, pidiéndole un voto de confianza de los diputados, disponiendo supuestamente de una mayoría. Es la razón por la cual la situación actual alimenta una forma de electricidad política: la nueva distribución en el parlamento que surgió de las últimas elecciones obliga a la búsqueda de “alianzas creativas”. Una forma de fragmentación a la cual se agrega la falta de mayoría introduce una nueva práctica parlamentaria en contradicción con el espíritu de la V República: la búsqueda de coaliciones, alianzas de circunstancias para que no haya bloqueos o estancamientos. El presidente Macron llama a “un contrato de coalición” sin renunciar a la coherencia de su proyecto que presentó a los franceses en abril pasado.
¿Tendrá consecuencias esta situación sobre la política exterior y de defensa de Francia?
Francia es miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Potencia nuclear miembro del Tratado de no-proliferación desde 1968. Es país fundador con Alemania, Italia y el Benelux (Bélgica/ Luxemburgo/ Países Bajos) de la Unión Europea. Francia dispone del segundo espacio marítimo del mundo (más de 11 millones de kms 2) permitiéndole estar presente en todos los océanos y mares. No olvidemos la dimensión de ultramar a través de sus departamentos, colectividades, regiones y territorios. En el Caribe y en América del Sur, la Guadalupe, Martinica, Guyana Francesa, San Martín y San Bartelemy, permiten a Francia ser país de las Américas y del Caribe.
No existe una inestabilidad hoy en día en las instituciones francesas. Existe una búsqueda de una nueva práctica parlamentaria en procura de mayorías de circunstancias o a más largo plazo con una posible “coalición”. No están puestas en tela de juicio las orientaciones en materia de política exterior, de seguridad y de defensa definidas por el Presidente de la República Francesa. La nueva canciller, Catherine Colonna, es una diplomática experimentada que sabrá cumplir con la posición de Francia en el escenario internacional.
El programa fue sometido a los sufragios de los franceses durante las elecciones presidenciales de abril pasado, concluyéndose con la reelección de Emmanuel Macron. Con el Presidente actual, es una presencia a través de unos instrumentos nacionales, en el respeto del derecho internacional, tanto como europeo, que fue escogido. No se trata de palabras en vano: la guerra está a las puertas de la Unión Europea, en Ucrania.
Por cierto, Emmanuel Macron en nombre de Francia, Mario Draghi de Italia, Olaf Scholz de Alemania y Kalus Iohannis de Rumania, reafirmaron la semana pasada, el apoyo de la Unión Europea a Ucrania, a través de una visita conjunta a Kiev.