Gerardo Celasco, Andrea St. Martine, Carlos Aylagas, Vanessa Tomasino y Armida López son actores salvadoreños y el atributo que los une es haber logrado un espacio en la industria cinematográfica y televisiva estadounidense, a pesar de los vientos en contra y los muros casi infranqueables. Un nombre más se suma a este listado de artistas: el de Sebastián Arroyo.
Migró a Miami, Florida, cuando tenía 17 años; y lo hizo con “ciertos privilegios”, como él mismo lo reconoció. Tenía papeles e iba con su familia, una situación aparentemente despreocupada, pero que no dejó de ser un shock al encontrarse en un lugar ajeno a sus raíces, su hogar, lejos de sus amigos y de la parentela más grande. Fue el arte de la actuación donde encontró refugio.
En una escuela grandísima, con más de 3,000 estudiantes, Sebastián se sentía desorientado y contaba con escasas amistades. Su salvavidas fue inscribirse a clases extracurriculares de actuación. Allí encontró su vocación y pasión, y no tenía otros planes que no fueran estudiar artes escénicas a un nivel profesional. Pronto ingresaría a Penn State (Universidad Estatal de Pensilvania), pero se empecinó en buscar el mejor centro educativo para cursar actuación.
Por supuesto que el nombre de The Juilliard School surgió en su exploración y no dudó en audicionar en este prestigioso conservatorio de artes de Nueva York, que es considerado como la institución de educación superior con la tasa de admisión más baja de EE. UU. Lo que podría suponer una prueba muy difícil. Solo entre 2017-2018 por cada 100 aspirantes seleccionaron únicamente a ocho. Sebastián intentó.
“… así que yo, todo un cipote confianzudo de 18 años, me fui a aplicar a Juilliard. ¡Démosle! Adiós Penn State, esto no es suficiente para mi talento y apliqué, y no pasé ni siquiera una ronda de las audiciones. Los resultados están en una lista, y los que aparecen en ella no dicen nada, no quieren ni gritar ni celebrar. Yo no estaba. Iba caminando por el Central Park llorando, con el corazón totalmente roto”, rememoró Sebastián en una entrevista con El Diario de Hoy desde Nueva York.
Ese momento de total desaliento solo dio paso a que una tremenda fuerza dentro de Sebastián se consolidara, y así llegó a instalarse la perseverancia, una cualidad que jamás ha soltado porque enfrentarse al voraz y vasto mundo artístico estadounidense nunca ha sido fácil. Y fue así como llegó a obtener uno de los papeles más importantes —por el momento— de su naciente carrera: un policía dentro de la serie “Law & Order: Crime Organized” (“La ley y el orden: Crimen organizado”).
Claro, primero terminó sus estudios en Penn State y tras cuatro años volvió a aplicar para Juilliard. Sebastián pensó que sería una buena idea tener otras opciones de estudios en caso de que ese porcentaje bajo de admisión volviera a pasarle factura. Así que también se postuló para Yale University (Connecticut). La segunda fue la vencida. Este salvadoreño logró una beca completa en Julliard y quedó en una lista de espera en Yale.
Por supuesto que eligió el conservatorio neoyorquino, donde obtuvo el título de Máster of Fine Arts en junio de 2019. Las oportunidades de trabajo llegaron a cuenta gotas, y algunas se cancelaron abruptamente por la pandemia.
Sus primeros proyectos fueron estrictamente teatrales. Y fue así como logró ser parte de una de los festivales de verano más icónicos de la Ciudad de los rascacielos: “Shakespeare in the Park”, donde se presentan solo obras de William Shakespeare en el conocido Central Park y de manera gratuita. Sebastián reconoció que estar ahí era una meta y también un “escalón obligatorio” en la carrera de cualquier actor de Nueva York.
“Los actores de Nueva York o han hecho ‘Shakespeare in The Park’ o ‘Law & Order’. Ya hice los dos, y estoy listo para lo siguiente”, comentó entre risas este salvadoreño de 29 años.
Sebastián dio vida a un personaje homosexual en la comedia negra “Down Low”, una cinta que se rodó en 2021 y contó con la escritora de “Euphoria”, Phoebe Fisher. Aceptando este papel, el artista reconoció que trata de no encasillarse ni que la industria lo arrastre a hacer determinados papeles por ser latino.
En “Law & Order: Crime Organized” este joven interpreta a Jesse Santos, un policía que es parte de un grupo de agentes corruptos y, a la vez, es un padre que haría cualquier cosa por su familia. Al inicio, su rol tenía menos de cinco líneas, pero a este joven no le importó, tendría ya la oportunidad de actuar en televisión por cable más de una vez.
“Me llamaron para otro episodio, con un poco más de líneas. Y después para el tercero me invitaron a ser parte del cast principal, y después 20 páginas eran solo mías”, rememoró el actor, quien el pasado jueves 7 de abril apareció en su primer episodio grande en la segunda temporada de la reconocida franquicia televisiva.
El casting realizado para esta reconocida serie de NBC sucedió mientras él se encontraba en El Salvador concretando su primer material musical.
El salto a la música
Si las artes escénicas le permiten camuflarse, la música es su manera de hacer catarsis. Eso lo descubrió durante la pandemia, el año en el que perdió su casa y los trabajos con los que también completaba su ingresos: mesero, bartender y portero de un establecimiento.
Sebastián decidió retornar a Miami, junto a sus padres. Logró relajarse en medio de un contexto muy convulso y tras muchas reflexiones empezó a escribir, esos textos se convirtieron en 20 canciones, cuatro de ellas ya grabadas.
“CODEP-19” es el single que ahora promociona y que vio la luz el pasado 1 de abril. Es una canción que habla de la codependencia, basada en una relación personal. Este artista intentó, a través de él, abordar temas como la salud mental, la honestidad con uno mismo y las relaciones destructivas y dependientes. Y para él fue una oportunidad para sanarse.
Sebastián ha calificado el sonido de este sencillo como una fusión excéntrica, donde el folk predomina, y su propuesta musical será sumamente alternativa y ecléctica. Para ello, el actor se apoyó en su primo, el reconocido DJ salvadoreño AR Ferdinand.
El próximo 15 de abril el videoclip de “CODEP-19” —que fue rodado en Lituania, país natal de su novia— estará disponible en las diversas plataformas. Y tras él llegará “Star Again”, un tema que cuestiona un evento que sucedió en su vida “por perseguir el camino de lo que la sociedad me dijo lo que tengo que hacer para ser macho, para ser hombre”.
Con estos proyectos, este multidisciplinario artista reafirmó que “soñar importa” y que está claro que no darse por vencido en una sentencia para llegar muy lejos.