Durante todo el año, la Galería Izalco Art ha acogido diversas exposiciones colectivas de artistas nacionales e internacionales, con diferentes temáticas y enfoques, que hacen que los espectadores despierten su amor por este mundo del arte.
En este espacio cultural han pasado cientos de obras impresionantes que se han robado las miradas de los visitantes y que han puesto a volar la imaginación de aquellos que cuidadosamente observan cada uno de sus detalles.
Esta vez, y para cerrar el año 2023, la Galería le da la bienvenida a 19 artistas nacionales en la última exposición del año que estará en su recinto. La muestra colectiva de arte salvadoreño reúne a 38 obras, en técnicas mixtas, óleo, acrílico, dibujo, tinta, lino grabado, grabado sobre madera y fotografía digital.
Cabe destacar que, en esta ocasión, las obras no siguen una temática predefinida, pues es una celebración a la diversidad artística y permite que los espectadores exploren una amplia gama de expresiones pictóricas en un solo espacio.
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Asimismo, la exposición invita a los visitantes a reflexionar sobre sus propias interpretaciones y conexiones personales con las obras. Cada artista aporta una voz única al diálogo, y esta amalgama de expresiones individuales crea un entorno enriquecedor que desafía las percepciones preconcebidas y amplía la compresión del arte, como una forma diversa y dinámica de comunicación.
Por ello, los creadores visuales han tenido la libertad de presentar piezas que reflejan su visión personal, sus intereses y exploraciones creativas. Cada obra es el resultado de sus propias motivaciones para que el público espectador disfrute de fragmentos de sus historias y su creatividad. Es simplemente la riqueza del arte contemporáneo salvadoreño.
Según el pintor Javier Ortiz, su obra abarca la figuración de la fantasía y el onirismo, así como el simbolismo que se destaca por su contenido poético, con una búsqueda interior de verdades universales como la espiritualidad, la imaginación y el lenguaje de los sueños.
“La obra ‘Nubes Fluctuantes’ representa, de manera onírica, la búsqueda de los ideales más anhelados por el ser humano, la lucha constante y la transformación que la vida implica, bajo un lenguaje alegórico y místico. Asimismo, la presencia de los elementos naturales como un todo univoco en referencia a la vida y sus cambios”, alegó Ortiz.
Por su parte, Rodrigo López (Rolo) resalta la influencia artística que predomina en sus obras y lo que transmiten al público.
“Podría decir que existe influencia de grandes artistas que he estudiado a lo largo de los años, en las obras de mi serie ‘Laberintos mentales’, pero creo que de manera inconsciente y no a propósito. Puede haber influencia de Josef Albers y sus estudios en teoría del color. También me ha causado mucha curiosidad el arte matérico sobre todo de grandes artistas españoles, como Lucio Muñoz y Antoni Tapies, ya que utilizo productos no convencionales, como cemento plástico y aplico pintura viscosa con una llana (herramienta) para albañil”, destacó Rolo.
Mientras que para Mauricio López Chowy es importante incorporar la identidad local o regional en cada obra, pues eso permite conectar a los salvadoreños con la historia, costumbres y tradiciones de su país de origen.
“En las creaciones de la serie ‘Caramelos’ destaco el algodón de azúcar como un elemento emblemático de la ciudad de Aguilares y otras regiones del país. En este caramelo distintivo, plasmo una rica diversidad de colores que se despliegan en floreros, se entrelazan en árboles y sustituyen a la flor de caña con delicadas flores elaboradas a partir de algodones de azúcar. Estos dulces paisajes se ven enriquecidos con la presencia de animales como conejos, tacuazines y caballos, creando así una fusión armoniosa entre la tradición local y la creatividad artística”, agregó Chowy.
Otro que les rinde tributo a las tradiciones de El Salvador con su obra llamada “Siwashuchut” es Luis Serrano. “Siwashuchut” es un retrato de una mujer indígena de ojos azules que refleja el mestizaje en Panchimalco y la vestimenta de este municipio.
“Ella era conocida como Siwashuchut que traducido al español significa mujer flor. Quise plasmar su retrato, ya que era de las últimas personas que hablaban náhuat. Según cuentan, ella, en su afán por difundir el legado de la lengua originaria y en sus posibilidades económicas, conseguía hojas de papel blanco, donde con un simple lápiz dibujaba ya sea animales, objetos, frutas y vegetales. Y a cada objeto, fruta y vegetales le colocaba su nombre en náhuat y su significado en castellano”, agregó Serrano.
La exposición estará abierta hasta el 25 de enero de 2024, en horarios de atención, de lunes a viernes, de 9: 30 a 11:30 a.m. y de 2:00 a 5:30 p.m.
La Galería Izalco Art aseguró que en esta Navidad el mejor detalle para esa persona especial sería un “regalarte”, por lo tanto, instó a los visitantes a también adquirir las obras en exposición y así ayudar a estos artistas talentosos.