Una hora de tormenta fue suficiente para que la quebrada aledaña a la comunidad La Aguja, del cantón San Diego, en La Libertad se desbordara y causara severos daños a los pobladores. La lluvia empezó a las 4:30 de la tarde y a las 5:40 ya se reportaban 67.8 mm, según el observatorio del Ministerio de Medio Ambiente. La acumulación de lluvia durante la noche llegó hasta los 85.8 mm, durante la noche del sábado.
Una de esas familias son las de José y Yessenia Alvarado Cruz, dos hermanos que viven con sus respectivas parejas e hijos en ese lugar. Junto a su madre han invertido en una granja de gallinas de la cual comercializan los huevos. En dos galerones tenían 4,000 gallinas que quedaron bajo el agua, ahogadas la mayoría. El alimento de estas y los huevos también fueron destruídos por la inundación.
Las pérdidas, entre el valor de las gallinas, concentrado y el producto que ellos iban a comercializar, asciende a casi $30,000, aseguran. "Teníamos unas 2,000 gallinas que estaban a punto de poner huevos", explica Claudia Silva, esposa de José.
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Él se encontraba solo con su hija, mientras su esposa estaba trabajando. "A eso de las 5:30 de la tarde vino uno de los empleados que tenemos a decirnos que el río se había desbordado. Cerré la puerta porque no pensé que fuera mucho lo que iba a subir el nivel, al niño lo puse primero en la cama, cuando esta empezó a flotar, lo pasé a la mesa. Luego el nivel siguió creciendo y lo tuve que subir arriba del ropero", contó José.
Como a las nueve de la noche, el nivel del agua ya les llegaba hasta el cuello. Tanto la familia de José y la de su hermana tuvieron que ser evacuados por cuerpos de socorro que llegaron a la comunidad y pasaron la noche en la casa comunal.
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Es la segunda vez que estas familias enfrentan inundaciones, la primera vez fue en 2020, sin embargo, los daños en esa ocasión no fueron tan severos como ahora. Segun evalúa Claudia, en esta ocasión afectó la construcción de unas casas al lado de la carretera el litoral, en las cuales obstruyeron el canal de desagüe de la comunidad.
Las pérdidas materiales de esta familia no solo fueron de la granja. Las casas de ambas familias también quedaron enlodadas. "Perdimos todo, la cama, la ropa, los sillones, todo", explica Claudia casi a punto de llorar. En el patio de los Alvarado decenas de pertenencias han quedado tendidas en el lodo, incluso una computadora y microondas.
Por su parte, Yessenia Gabriela Alvarado Cruz tiene cinco años de vivir en la comunidad y en ese tiempo ha sufrido las dos inundaciones a causa del desbordamiento del río del lugar.
En el año 2020 a Yessenia se le inundó su casa, en esa vez logró rescatar algunas de sus pertenencias, pero en esta ocasión no fue así. El sábado ella había recibido su pago del chalette en el que trabaja y había ido a comprar comida para la quincena, pero al llegar a su casa encontró que el río ya se había crecido, así que tomo a su hija y huyó del sitio para la casa de su madre, que se encuentra en un área más alta. Sin embargo, en esta vez el agua llegaba hasta allí y estaba inundada. "El agua nos llegaba hasta el cuello", comentó Yessenia.
Ellas fueron evacuadas por vecinos, quienes les dieron ropa y comida. Luego Cruz Roja y Protección Civil los llevó a la "Casa de las mujeres", en Cangrejera, albergue habilitado para estas situaciones. Pasaron la noche en el sitio pero ella y su esposo decidieron regresar a la comunidad por temor que alguna persona entrara a su casa y robara sus pertenencias.
La mañana de este domingo, solo 14 familias permanecian en el refugio, de un total de 28 que viven en la comunidad, según Elizabeth López, de la alcaldía del Puerto de La Libertad.
Cuando regresaron a La Aguja, todas las pertenencias de la familia Alvarado estaban arruinadas. Su ropa, muebles y demás estaban llenos de lodo; la comida que Yessenia había comprado fue arrastrada por la corriente. En las galeras donde criaban las gallinas, la mayor parte estaba ahogadas y los lugareños llegaban para llevárselas.
Yessenia esperan una solución y esperan a que las autoridades locales puedan corregir la obstrucción del desague en la comunidad. A raíz de esta tragedia, también ha evaluado abandonar la zona y buscar otro lugar en donde corran menos riesgos por las condiciones climáticas del país.