¡Las vacaciones de Semana Santa por fin han llegado! Muchas personas ya tienen planeado qué hacer durante este período de descanso. Algunos irán a la playa, otros preferirán irse a la montaña y no faltarán aquellos que pasearán por algún pueblo pintoresco u otro lugar turístico.
“Cuando la gente se va paseo, a cualquier sitio, lo que menos desea es agarrar algún virus o bacteria o sufrir un percance o accidente que la lleve a la sala de emergencias de un hospital. Pero, los riesgos siempre están latentes, y es posible que ocurran. Pero, también se pueden evitar”, expresa la doctora Marlen de Arieta, médico general.
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De todos es sabido que en vacaciones los riesgos están al acecho, sobre todo ciertas situaciones que afectan la salud. Es por ello que en esta ocasión te presentamos algunas de las amenazas a tu salud más frecuentes y las maneras de evitarlas.
Picaduras de insectos
De todos es sabido que no hay nada más molesto que lidiar con los insectos y otros animales (sobre todo mosquitos y abejas) en un día de campo o en vacaciones, por ello es recomendable no usar perfume o productos para el cabello o la piel con olores dulces o florales.
Si estás bebiendo, siempre vierte tu bebida en un vaso o taza en lugar de tomar directamente de la lata o botella, donde las abejas están más propensas a picarte en los labios.
Si disfrutarás de la montaña, no dejes de usar repelente para insectos. También es recomendable usar camisas mangas largas, pantalones y gorras.
Infecciones de la piel
Son muchos los virus y bacterias que se propagan en piscinas, vestuarios y lugares en donde se concentra humedad. Para mantenerte seguro de una posible infección de pie de atleta, practica una buena higiene y no camines descalzo en ninguna de esas áreas, especialmente si tienes pequeñas cortadas o raspones, que son puertas abiertas para la infección. Además, como una medida extra, separa toda prenda que esté expuesta a la humedad en una bolsa plástica y no la pongas junto con la demás ropa y utensilios personales.
Quemaduras en la piel
No te expongas mucho a los rayos de sol, puede ser demasiado dañino para tu piel. Ya sea en la playa o en la montaña siempre debes usar bloqueador solar. También existen otras opciones para mantener a raya el daño que el sol puede representar, como el uso de sombreros de ala ancha para protegerte el cuello, y las mangas que utilizan los ciclistas para cubrirse los brazos. Así minimizarás los efectos de los rayos UV en tu piel.
Insolación o golpe de calor
El riesgo de sufrir esta situación es algo muy a tener en cuenta especialmente en verano ante las altas temperaturas, que pueden producir la deshidratación del organismo.
Según el sitio sanitas.com en la fase inicial los síntomas más habituales de la insolación son dolor de cabeza, mareos, náuseas e incluso vómitos. En la siguiente etapa, surgen otros síntomas, como calambres, elevación de la temperatura corporal, convulsiones, alteración de la conciencia o desorientación que pueden llevar a un colapso.
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Ante un caso de insolación se recomienda llevar a la persona afectada a un lugar con sombra y lo más fresco posible, colocarla en posición semisentada, con la cabeza levantada para favorecer la respiración y que pueda entrar aire; para reducir la temperatura corporal, hay que quitarle algo de ropa, darle aire y utilizar compresas de agua fría en la frente, nuca, cuello y otras partes del cuerpo. También debe beber agua fresca (le ayudará a bajar la temperatura corporal) para rehidratarse, pero debe hacerlo a pequeños sorbos y no de golpe, pues esto empeoraría su estado.
Para evitar un golpe de calor es necesaria una buena hidratación, el uso de ropas adecuadas, caminar por la sombra y evitar la exposición al sol, sobre todo en las horas de mucho calor.
Intoxicaciones por alimentos
El verano es temporada alta para las enfermedades toxicológicas transmitidas por alimentos porque las bacterias se multiplican más rápido en temperaturas más cálidas, por ello, para evitar pasar el resto de tus vacaciones en el baño (o peor, en el hospital), evita la compra de alimentos que estén expuestos a las moscas. “Evite la preparación de alimentos al aire libre, verifique la higiene de los establecimientos que visita, lave muy bien frutas, verduras y carnes, y por supuesto, lávase las manos antes de comer”, sugiere la doctora de Marlen de Arieta.
Enfermedades transmitidas en aguas recreativas
La personas pueden contraer enfermedades en lugares de recreación acuática, como piscinas, playas, lagos o ríos, mientras nadan o juegan. Los problemas de salud más frecuentes son diarrea, sarpullidos en la piel, dolor de oído, tos o congestión y dolor en los ojos.
Para protegerse de las enfermedades más comunes transmitidas en lugares de recreación acuática es recomendable no permitir que entre agua a la boca mientras se nada o juega y secarse bien los oídos después de nadar.
Deshidratación
El agua es imprescindible para nuestra vida. Nuestro organismo necesita una adecuada hidratación para mantener los niveles óptimos de agua. Un aspecto que, en verano y debido al calor, se ve alterado debido a un aumento de la pérdida de agua mediante la piel, respiración y sudoración, principalmente.
Para ello, es fundamental beber líquidos, especialmente agua, de forma general. Es recomendable beber entre 1.5 y 2 litros de agua diarios, pero, en verano es preferible aumentar esa ingesta hasta los 2.5 litros.
Picaduras de animales marinos
Muchos animales marinos, como medusas o rayas, muerden o pican como parte del proceso de la caza o como mecanismo de defensa ante otros seres vivos. Algunos administran veneno a través de sus dientes, tentáculos espinas o de la propia piel.
Las picaduras o mordeduras de animales por lo general ocurren por contacto accidental con el animal.
Evita el baño si detecta la presencia de medusas u otras criaturas marinas peligrosas. Si ya estás dentro del agua sal con calma tan rápido como sea posible, no toques animales marinos, aunque ya estén muertos.
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La picadura de raya se puede produce al pisarla. Este animal se defiende empujando con su cola, donde tiene las espinas venenosas, en la pierna o en el pie.
Si te pica una raya debes retirar la púa si aún está clavada. Sumerge la zona de la picadura en agua caliente durante 30 y 60 minutos o con compresas calientes, pero antes debes comprobar previamente la temperatura del agua para evitar que se produzcan quemaduras. Acude a un centro de salud de inmediato.