La Semana de la Moda de Milán transcurrió la semana pasada a la sombra de la invasión rusa de Ucrania y las posibles repercusiones económicas a medida que Occidente avanza hacia sanciones más estrictas. En ese sentido, el jefe del Consejo de Moda de Italia dijo que más de mil millones de euros en exportaciones de lujo a Rusia podrían estar en riesgo, incluso cuando los compradores rusos regresan a Milán por primera vez desde la pandemia. Es sabido entre las etiquetas de lujo que los mejores clientes vienen de Rusia. Y no es precisamente una industria a la que le sobren “mejores clientes”.
La moda no es ajena a temas sociales, políticos y económicos que transcurren en distintas partes del mundo, la industria “fashionista” participa de forma directa y tiene el poder de visibilizar o invisibilizar estas situaciones. Un ejemplo de ello fue el surgimiento del movimiento Black Lives Matter, que tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la policía de Los Ángeles, llenó las calles de cientos de ciudades a lo largo y ancho del planeta en busca de justicia e igualdad. Del mismo modo, la industria de moda no tardó en hacerse eco de la protesta en contra de la discriminación racial.
Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo con la invasión de Rusia a Ucrania: el gran mundo de la moda se mantiene hasta ahora ajeno y tibio en sus pronunciamientos sobre el conflicto. Y sin emitir condena alguna frente a tanta desgracia humanitaria. Por el momento, ninguna firma de lujo se manifestó en contra de la invasión de Rusia en Ucrania. Ni Gucci, ni Dior, ni Louis Vuitton, ni Balenciaga. Ni siquiera LVMH -Louis Vuitton Möett Hennessy- el conglomerado multinacional francés líder absoluto del lujo y dueño de las 76 marcas de renombre en todo el mundo.
Solo Jacquemus lo hizo con una imagen de su campaña editada en azul celeste y amarillo dorado, los colores de la bandera ucraniana. Natalia Vodianova modelo rusa de origen, conocida como “Supernova”, y esposa de Antoine Arnault - hijo del magnate Bernard Arnault y cabeza del conglomerado LVMH- y uno de los herederos directos del imperio del lujo, debido al peso por de rol y apellido en el firmamento de la moda expresó en Instagram : “comenzaré a compartir los datos de las organizaciones benéficas que ayudan a las víctimas, donaré y los alentaré a donar y compartir información también”, escribió la top model.
La directora de casting Ashley Brokaw se encargó de expresar su amor y apoyo a Kristy Ponomar e Iriska Kravchenko, dos modelos ucranianas a las que eligió para el desfile de Prada que se llevó a cabo en Milán horas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, declarara la guerra a ese país. “Todos usamos gafas de sol para cubrir nuestros ojos hinchados”, dijo la estilista Anna Mazzhyk en diálogo con France 24 de sus compatriotas ucranianos presentes entre bastidores.
Otras modelos ucranianas se han unido a Ponomar y Kravchenko para publicar regularmente sobre la crisis. Nacida y criada en Ucrania, Iana Godnia, por su parte, compartió una publicación de Instagram de la estilista Anastasiia Gutnyk que declaraba que “este no es el momento para el show de Prada. Este es un genocidio de una nación que observamos en silencio en las redes sociales”.
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Mientras miles de soldados rusos invaden el Ucrania, y el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, advierte que se aproximarán noches “muy difíciles” de bombardeos y explosiones, algunos modelos ucranianos han estado compartiendo información y recursos sobre cómo ayudar. Mientras tanto, un limitado grupo de top models rusas condenaron a Putin por los ataques y expresaron su apoyo a Ucrania.
A su vez, las modelos Bella Hadid y Kaia Gerber apoyaron a su colega argentina Mica Argañaraz, quien está donando parte de sus ganancias de la semana de la moda a organizaciones ucranianas. “Tengo que decir que se siente muy extraño desfilar sabiendo que hay una guerra en el mismo continente”, publicó en sus redes sociales el pasado domingo Argañaraz, de 29 años.
“Donaré parte de mis ganancias de esta semana de la moda para ayudar a las organizaciones ucranianas”, agregó. “A mis amigos y colegas modelos y a cualquiera que también esté luchando con este sentimiento, quizás esto sea algo en lo que todos podamos contribuir”. Tan pronto como Argañaraz compartió sus pensamientos, muchas otras modelos, incluidas Kiki Willems, Hadid, Gerber, Vittoria Ceretti, Francesca Summers y Aylah Peterson, entre otras, se unieron a su iniciativa.
Por su parte, el diseñador de la prestigiosa firma italiana Giorgio Armani utilizó la presentación de su colección otoño-invierno 2022 para rechazar el actual estado de guerra y mostrar su apoyo al pueblo ucraniano. “Tomé la decisión de no usar música en el espectáculo como una señal de respeto a las personas afectadas por la tragedia en curso”, declaró el diseñador antes del espectáculo. ¿Qué puedo hacer? Solo pude señalar los latidos de mi corazón por la tragedia a través del silencio. Lo mejor es dar una señal de que no estamos contentos, reconocer que está pasando algo inquietante”, dijo Armani a Vogue después de la presentación.
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Desde la invasión de Rusia, los manifestantes tomaron las calles de Milán para llamar la atención sobre el conflicto con carteles que decían “Apoyar a Ucrania” y “No a la Tercera Guerra Mundial”. En una entrevista con la revista estadounidense GQ, Dima Ievenko, fundadora de la marca ucraniana IENKI IENKI, señaló que no mucha gente en la industria de la moda habla de la guerra. “Esta es la cosa, a nadie le importa. Estoy aquí con otras personas ucranianas, y nos reunimos, y cuando salimos en medio de la Semana de la Moda; es como si estuviéramos en una cápsula”, subrayó.
Y añadió Ievenko: “La escala de esta tragedia que está ocurriendo solo puede compararse con la Segunda Guerra Mundial. Prestar atención a este conflicto y ofrecer ayuda real es mucho más importante que discutir si es apropiado o no hacer la Semana de la Moda”.