"A mis cortesanos: está prohibido pensar por su cuenta; deben ceñirse a lo que digo y pretendo…"
Stalin, como ahora Putin, castigaban con ferocidad a quienes tenían el atrevimiento de exponer ideas o propuestas diferentes a las de ellos, como acaba de ordenar Bukele a los suyos: todos deben seguir la línea que la augusta figura señala, nadie puede apartarse de la doctrina sagrada. Sus palabras fueron: “No se tolerarán Caballos de Troya, ni Quintas Columnas (en el Gobierno)…”.
El problema es que cuando alguien no tiene todo el conocimiento de todo lo que sucede o está por suceder -y aunque crea que es así-, los que piensan por su cuenta y pese a pasar de rodillas las 24 horas del día necesitan de mucho valor para opinar distinto, como una muchachita que se atrevió a decirle al Rey que iba desnudo y lo habían embaucado vendiéndole un traje que le aseguraron que lo volvía invisible.
Desde muchos puntos de vista, exponer lo obvio es la función de los comunicadores, de quienes informan aun a riesgo de represalias. Ser la "voz de los sin voz", como los oídos de quienes no los tienen, es siempre una profesión riesgosa…
Antes que el hombre saliera de las cavernas, consultar a los viejos, a los experimentados, era de rigor, lo que dio lugar a la formación, milenios más tarde, de "senados", que literalmente significan consejos de ancianos.
La actitud es equivalente a pretender que se tiene línea directa con Dios, o más bien, que se ordena a Dios hacer tal o cual cosa para que las cosas marchen de maravilla en la Tierra!!
Pero como se dice en las Sagradas Escrituras, "por sus frutos los conoceréis…".
Veamos las obras: se ha ido de cortina de humo en cortina de humo para tapar tremendas fallas, entre ellas que dado lo impredecible de las ocurrencias brotan dentro del sagrado recinto de CAPRES el crédito nacional está por los suelos y para "sacar la pata" se echa mano de crudas mentiras, como afirmar que están remodelando varias escuelas por semana, aunque nadie sepa dónde están esos dichosos municipios cuyos centros escolares resplandece.
Siempre se sabe el comienzo pero nunca cómo se termina…
Es explicable que "fingir demencia", hacer como que no se mira, es siempre útil cuando además de la pacotilla de serviles hay una abundante masa de nulpensantes que chupan el atol que les dan con los dedos, los que aplauden sin cesar como las focas.
Se les ve también en la Asamblea Legislativa, cuyos diputados oficialistas armaron un descomunal griterío cuando Bukele anunció que iba a reelegirse en contra de diez artículos de la Constitución de la República.
"Reelección" puede haber, como será en caso con Giammattei en Guatemala y se da por descontado que sucederá en Nicaragua.
Pero esa reelección solo se reconocerá en nuestra saqueada y burlada tierra, no en el ámbito internacional, como lo demuestran las condenas a los abusos a los derechos humanos y la creciente y manifiesta preocupación dentro del Congreso de Estados Unidos.
Siempre se sabe cómo comienzan las cosas y en parte cómo van desarrollándose, pero nunca cómo van a terminar…