“El Estado debe cumplir con su obligación de garantizar la libertad de reunión pacífica durante estas protestas” del 1 de mayo, Día del Trabajo, declaró el relator de las Naciones Unidas para los Derechos a la Libertad de Reunión Pacífica y de Asociación, Clement Voule.
La declaración surge a raíz de las amenazas del régimen de que cualquier manifestación será considerada como un apoyo a las bandas criminales, lo que los sindicalistas interpretan como un intento desesperado para evitar que se denuncie el peligro de que se roben los ahorros de las pensiones de los trabajadores, así como los abusos laborales, despidos injustificados y represalias contra los empleados estatales que no comulgan con el oficialismo.
“Me preocupan las denuncias de estigmatización y criminalización de las protestas previstas en el Día del Trabajo (#DíaDelTrabajador) el 1 de mayo (#1M) por el ministro de Trabajo, Rolando Castro”, dice el alto representante de la ONU.
En ningún momento los organizadores de las marchas —personas que en su mayoría como individuos, padres de familia y miembros de comunidades sufren en carne propia las depredaciones de tales bandas criminales— han manifestado que la marcha es a favor de tales grupos, como tampoco las críticas y rechazos de la gente a las políticas del régimen de Bukele se toman como actos a favor de criminales.
La asociación que hace el ministro de Trabajo es absolutamente irracional, pues nada tiene que ver lo uno con lo otro.
El cardenal Gregorio Rosa Chávez declaró que “es derecho de la gente manifestarse pacíficamente y sin armas. Ese derecho no está suspendido que yo sepa”.
“Espero que la gente sí salga a las calles a decir sus quejas, sus críticas, también sus esperanzas y sus propuestas”, expresó el purpurado salvadoreño. “Hay muchas injusticias, mucha prepotencia. Hay muchos abusos, ustedes (periodistas) han podido documentar. Los derechos humanos siguen estando vigentes, aunque estemos en régimen de excepción. Hay muchos abusos, muchas injusticias, mucha prepotencia...”, agregó.
Desde todos los puntos de vista “trabajadores” somos prácticamente todos los miembros de una sociedad, desde los “obreros y campesinos” como pregonaron Marx y Mao, hasta los emprendedores, los que participan en producir bienes y servicios, los comerciantes, transportistas, las señoras que sostienen con su esfuerzo a sus niños...
Un burdo recurso para violar la libertad de expresión y asociación
Pretender que quienes marchen el 1 de mayo lo hacen en apoyo de las pandillas equivale a decir que las personas que visten de anaranjado, el color opuesto al cian en el espectro, son “enemigos del régimen”.
Por desgracia en los últimos tiempos cualquier cosa, expresión, gesto, mirada se toma por el régimen como un acto hostil, una amenaza, cuando sucede lo contrario: es el bukelismo quien amenaza, persigue, descalifica y decreta medidas contra productores, ciudadanos, transportistas...
Literalmente se ha caído en una sicosis en la que hasta lo que son conductas usuales se toma con sospecha, despierta rencores no justificados.
Como dicen los sindicalistas, a lo que el bukelismo le teme es a que en las marchas se denuncien las intenciones de robarse los ahorros de pensiones de los mismos trabajadores, literalmente a prepararles una vejez miserable y sin atención para sus dolencias.