Ruanda es el hub alrededor del cual se coordinan los esfuerzos de cientos de laboratorios y tanques de pensamiento de la mayor parte de naciones africanas para superar el subdesarrollo, fomentar la inversión en nuevas actividades y, entre otros objetivos, sustituir motocicletas que consumen gasolina por motores eléctricos amigables al medio ambiente.
Una solución es homologar las baterías de esos vehículos para que, al agotarse la carga y no contar con un aparato de recarga a mano, simplemente se entrega la batería descargada en puntos estratégicamente ubicados a lo largo de carreteras y en las ciudades y pagando pequeñas cantidades se recibe una batería con plena carga.
Con sus obvias variantes el intercambio de baterías se asemeja una práctica de siglos pasados cuando caballeros que iban de un punto a otro más lejano dejaban su corcel en un lugar donde se les entregaba otro descansado, alimentado y abrevado, para hacer otro tirón del camino, lo que se narra en las novelas de Alejandro Dumas, el autor más leído de Francia. Su hijo fue autor de “La Dama de las Camelias”, que inspiró la opera de Giussepe Verdi “La Traviata”, una de las obras operáticas más populares en todos los escenarios del mundo.
En 1994 la etnia de los Hutus perpetró un genocidio contra Tutsis, que se calcula causó la muerte de entre quinientos mil y ochocientos mil personas, sin que nadie interviniera para detener la espantosa carnicería…
A Dios gracias, el horror ha sido superado y Ruanda es ahora un centro que coordina investigaciones de tecnología y seguramente medicina y otras ramas del saber para superar el retraso en tantos campos de varias naciones del enorme continente, del cual anualmente cientos de miles de sus pobladores intentan salir para establecerse tanto en Europa como en Estados Unidos, lo que está provocando el esfuerzo contrario: reenviarlos a sus lugares de origen.
Dios mediante en Hispanoamérica se coordine la labor de investigadores
Es de esperar que esa extraordinaria e innovadora iniciativa sea imitada en Hispanoamérica.
Todo es que grupos de investigadores en diversos campos del saber se pongan en contacto unos con otros e inicien la formación de una red hispanoamericana, para evitar que en dos lugares se investiguen similares proyectos cuando lo ideal es coordinarlos para que el “paso se acelere”, una iniciativa que puede ser respaldada entre otras entidades por la Universidad José Matías Delgado y la Francisco Gavidia.
Por desafortuna en nuestra tierra vamos, como los cangrejos “caminando para atrás” como lo demuestran las extracciones al FODES, al INSAFORP y a los presupuestos de Educación…