Viendo la semana pasada en los periódicos, las muchas felicitaciones al Instituto Nacional de Formación Profesional (Insaforp) por celebrar sus treinta años de creación, investigué varias horas en su página web sobre la amplitud de los programas de formación y encontré que la oferta de cursos es muy amplia y dirigida a todos los estamentos de la pirámide organizacional de las empresas, pues los hay, dirigidos a directores, gerentes, supervisores y personal de primera línea, tanto para empresas de manufactura como de servicio. Y también para los departamentos que conforman las empresas. Ventas, producción, calidad, mejora continua, ISO 9000, mantenimiento, digitalización, gestión del tiempo, e incluso, formación a la medida, después de un diagnóstico de necesidades de formación.
Quizás muchas personas y empresas, por desconexión o desconocimiento —y este es el sentido principal de este artículo— no están aprovechando los programas del Insaforp, tanto para mejorar la formación de su personal como para adecuarse a los nuevos retos tecnológicos y la digitalización.
Si las empresas cotizan al ISSS y siguen los procedimientos, reciben las subvenciones previstas en cada caso.
Y eso está muy bien, porque la formación continua es una necesidad creciente para adaptarse a la digitalización y los avances tecnológicos en todos los sectores y se puede hacer, en cursos abiertos para participantes de varias empresas, como cerrados.
Los hay para trabajadores, para jóvenes y para población en condiciones vulnerables y son impartidos por empresas que se dedican a la formación, o en los centros de formación acreditados, por especialistas y consultores acreditados.
También examiné las páginas web de los institutos de formación de Guatemala y Honduras, y las de Madrid, Barcelona y Valencia y, cada uno en su contexto y procedimientos, la oferta formativa del Insaforp es muy similar.
Y también ofrecen formación en línea, con las ventajas de estudiar desde la casa y en los momentos más convenientes. Hay 1500 cursos preparados por 18 socios estratégicos, sobre temas técnicos, de administración, logística, contabilidad y, además 100% subvencionados, para quienes quieran ampliar su abanico de conocimientos en temas complementarios a su especialidad, que se pueden cursar, desde el teléfono inteligente.
Así como Internet eliminó todas las barreras, con la formación online y sin costo, todo el que quiera progresar lo puede hacer.
Y viendo las memorias de labores, las metas conseguidas en sus planes estratégicos, pasan del 95% de ejecución, tanto en número de personas formadas como en los cientos de miles de horas de formación. Si quiere saber más, visite: https://www.insaforp.org.sv/index.php/comunicacion-institucional/boletines. Ahí están las memorias de labores. Por ejemplo, para el 2022 de los 349,528 trabajadores planificados, recibieron formación 344,255 (98.5%).
Por haber estudiado en el ITI me interesé por los donativos en equipos informáticos, herramientas y máquinas. Pero también son importantes, los acuerdos con la Cooperación Alemana, USAID y otras organizaciones internacionales.
¿Y en qué pueden mejorar? Leyendo la ponencia en el Foro de Davos de la representante de Singapur sobre formación, se están focalizando en seis programas: 1. Desaprender y reaprender proactivamente y con entusiasmo, para migrar de profesiones que están desapareciendo a nuevas profesiones. 2. Interconexión de las nuevas estrategias de negocios con las estrategias de formación. 3. Enseñar a pensar en verde en todos los sectores. 4. Invertir en superación en todos los niveles. 5. La formación de mayores, para quienes quieren seguir trabajando. 6. Balancear el talento nacional con el internacional que llega a Singapur.
Y desde el punto de vista de la digitalización, sería excelente que todos los tramites sean digitalizados y cero papeles.
Descubrí que hay mucho hecho y mucho por hacer, porque la formación continua es crucial para la innovación el desarrollo sostenible.
Pedro Roque / pedroroque.net
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