Los valores en la sociedad moderna desempeñan un papel esencial en el desarrollo individual, familiar y social. Estos valores constituyen los principios y creencias que guían el comportamiento y las decisiones de las personas, así como el curso de la sociedad en su conjunto. Históricamente, los valores se han centrado en pilares fundamentales como la familia, la comunidad y la religión. No obstante, en la actualidad, hemos experimentado una expansión de estos valores para incorporar conceptos como la tolerancia, reflejando así la evolución de nuestra sociedad.
El avance tecnológico ha transformado la sociedad en una comunidad globalizada e interconectada. Un ejemplo relevante es el caso de nuestro país, El Salvador, que cuenta con tres millones de compatriotas viviendo en el extranjero. Esta situación gracias a la tecnología el mundo se ha hecho más pequeño, dado lugar a una sociedad estrechamente vinculada con sus familiares en el exterior y dependiente de las remesas que reciben mes a mes. Esta nueva generación de jóvenes considera seriamente la posibilidad de emigrar a países como Estados Unidos, Canadá, Australia y Europa como parte de sus proyectos de vida.
En lo que respecta al ámbito laboral, se observan cambios significativos en la dinámica laboral de las diferentes generaciones. De acuerdo con datos proporcionados por LinkedIn, los miembros de la Generación X, aquellos que se graduaron de la universidad entre 1986 y 1990, experimentaron en promedio dos cambios de trabajo en sus primeros 10 años después de completar sus estudios.
La dinámica laboral no es un fenómeno exclusivo de nuestra sociedad; también afecta a los jóvenes universitarios graduados en los Estados Unidos entre 2005 y 2010, conocidos como la Generación del Milenio. Estos individuos cambian de trabajo hasta cuatro veces en promedio durante sus primeros 10 años en el mercado laboral.
Esta realidad se refleja en mi experiencia personal, de tres jóvenes que son hijos de amigos cercanos. Todos ellos han cambiado de empleo en más de cuatro ocasiones en la primera década de sus carreras profesionales. El principal incentivo para estos cambios laborales es la búsqueda de un aumento salarial, lo que ha llevado a una disminución de la lealtad hacia las empresas en esta generación.
La gratificación inmediata se ha convertido en una prioridad, y la falta de estas, en ocasiones, hace que esta nueva generación carezca de ambiciones de desarrollar una carrera a largo plazo en una sola empresa, incluso si la empresa es presenta una propuesta atractiva en términos de crecimiento profesional para hacer carrera.
La necesidad de adaptación se extiende a las empresas, ya que deben brindar una formación rápida y autosuficiente a sus jóvenes colaboradores y dar un respaldo con sus procesos totalmente digitalizados.
Lo que, si nunca debe de perder como su principal valor tanto interno como externo, es la atención al cliente, la cual debe ser personalizada, y los colaboradores que interactúan con los clientes deben poseer un profundo conocimiento del producto o servicio que comercializan. Esto no es una opción, sino una necesidad que no merece análisis.
Un ejemplo ilustrativo lo pude escuchar en un programa matutino de radio en nuestro país. En este caso, se relata la experiencia de una profesional colombiana en su primer día de trabajo. Su relato refleja su frustración y desafíos en la adaptación al entorno laboral, el cual detallo tal como lo escuche.
"Resulta que hoy fue mi primer día laboral; hace dos semanas acabo de salir de la universidad y para mí ha sido muy frustrante. Creo que no estoy preparada para trabajar". La frustración se deriva de diversas circunstancias, entre las que destaca el tiempo limitado para almorzar, lo que impide una pausa adecuada. La jornada laboral que para ella es extensa, que se extiende hasta tarde y le hará llegar a casa hasta por la noche, lo que los convierte en una fuente adicional de estrés, ya que, en su empleo, le dificulta el mantenimiento de una comunicación constante con amigos y familiares, pues no le permiten utilizar su celular en horas laborales.
Este artículo refleja la necesidad de las empresas de adaptarse al panorama laboral actual y de crear un entorno adecuado para la nueva generación de profesionales. Al mismo tiempo, es crucial reconocer el valor de aquellos empleados que han construido una carrera sólida dentro de la misma empresa durante una década o más de trabajo.
En una sociedad en constante evolución, la adaptabilidad y la flexibilidad son esenciales para el éxito a largo plazo. Las empresas que logren abrazar estas transformaciones estarán mejor preparadas para atraer y retener el talento de la próxima generación y prosperar en el entorno laboral actual.
Como comentario personal, desde mi graduación de la universidad, en mis 39 años de profesional, también cambié de trabajo en cuatro ocasiones. He tenido experiencias en una cadena de noticias americana como corresponsal de guerra en la región, en una fundación que promueve nuestro país a nivel internacional, en una editorial en el área comercial que maneja uno de los principales periódicos de nuestro país y en una distribuidora de vehículos a nivel regional.
En mi caso, se podría decir que he tenido un nuevo empleo cada 10 años.
Management & Marketing
McCoy College of Business
Texas State University