Nos encontramos cerca de celebrar el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el próximo 3 de diciembre. Proclamándose de manera oficial en el año 1992 mediante resolución emitida por la Asamblea General de las Naciones Unidas, año tras año se busca ayudar a comprender las situaciones relacionadas con la discapacidad de personas que se encuentran en los distintos sectores sociales en el mundo, sus derechos y los mecanismos que son de utilidad para poder generar a estos grupos sociales un entorno equitativo, inclusivo y de mejora continua en los aspectos de vida a nivel político, económico y cultural en general.
El término discapacitado hace referencia a una deficiencia física o mental que padece un ser humano, como por ejemplo discapacidades sensoriales, cognitivas, entre otras que a largo plazo pueden verse impedidas a participar de manera plena y efectiva en la sociedad. Con base en datos emitidos por las Naciones Unidas, las personas con discapacidad alcanzan casi un quince por ciento de la población mundial, que recientemente llegó a ocho mil millones de personas. Aunado a lo anterior, la pandemia del covid-19 afectó aún más a este sector social, dejando en evidencia que todavía existen discriminaciones y rechazos a este sector de nuestra sociedad.
En la actualidad, si bien es cierto se han implementado acciones para mejorar la situación de estas personas, aún continúan latentes las dificultades que enfrenta este sector social, ocasionándoles menores oportunidades de mejora económica, limitantes para acceder a educación de calidad y carencia de elementos para la superación profesional y personal para poder subsistir en un mundo tan complejo y diverso actualmente.
Por ello, se vuelve menester de todos los sectores de la sociedad promover, proteger y asegurar entornos y condiciones equitativas para las personas con discapacidad. Crear espacios donde ellos puedan desarrollarse y sumar como seres humanos a nivel social, sin estigmatizarles por su condición física o mental sino mas bien construir un entorno donde ellos/as puedan explotar sus capacidades humanas e intelectuales, respetándose los derechos como la accesibilidad y la inclusión, los cuales son fundamentales para el desarrollo integral de las personas discapacitadas.
Algunas de las buenas prácticas que pueden aportar son, por ejemplo; buenas prácticas a nivel laboral, generando vínculos entre el empleo, los conocimientos y habilidades necesarias para acceder a un empleo, apoyado de los panoramas tecnológicos y evolutivos que ahora nos rodean. Innovación ejecutando buenas prácticas que eliminen todo tipo de discriminación y desigualdades, promoviendo la diversidad en todos los sectores de la sociedad e innovación para el desarrollo inclusivo para el fomento de un entorno equitativo y próspero.
La implementación de mecanismos para ir eliminando barreras y obstáculos ayudara gradualmente para que personas discapacitadas puedan gozar de una vida mas independiente y activa en el ámbito político, social, económico, cultural y social en el goce efectivo de los derechos que les amparan. Como seres humanos, debemos fomentar el apoyarnos, trabajar de manera colaborativa y nunca discriminar a personas con discapacidades, ni mucho menos subestimarles por la discapacidad que puedan padecer, para poder juntos como ciudadanos del mundo buscar una mejora continua sin dejar nadie atrás en la realización de cada uno de los Objetivos para un Desarrollo Sostenible certero, solido y perdurable en el transcurso del tiempo.
Por consiguiente, el llamado a las personas con discapacidades debe continuar para que puedan sumarse y contribuir de manera activa a responder ante las diversas crisis, desafíos globales y retos sociales que nuestro entorno demanda, generando respuestas y alternativas como parte de ese recurso humano que es vital para el sostenimiento de nuestra sociedad. Recordemos que, tal como en su momento lo manifestó Jim Abbott: “La discapacidad no te define; te define cómo haces frente a los desafíos que la discapacidad te presenta”.
Abogado, Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nueva San Salvador