"Fake news” o las noticias falsas son la peor peste actual de la humanidad, y sin lugar a dudas me atrevo a aseverar que las noticias falsas se han convertido en una situación global alarmante que vale la pena aprender a reconocer, no solo para evitarlas, sino también para estar atentos a no caer en sus tentáculos que cada día son más grandes y robustos, en todas las esferas de nuestra vida.
Todos los que trabajamos con la información por algún motivo profesional, más allá que el estar enterados, debemos estar preparados para aprender a identificar “fake news”. El área de investigación académica, que es mi fuente laboral de inspiración, tampoco se salva de las noticias falsas, ya que existen muchas fuentes que no cuentan con el espíritu de investigación fidedigna y es difícil filtrar la realidad con tanta inteligencia artificial también.
Las universidades, los institutos de investigación y otras organizaciones sin fines de lucro luchan contra las noticias falsas a través de la educación, creando conciencia sobre el problema y enseñando a las personas cómo identificarlas. Por ejemplo, el Instituto de Periodismo de Arthur L. Carter de la Universidad de Nueva York (NYU) hace eventos para enseñarnos a reconocer la desinformación y como lograr la verificación de la verdad.
Pero, ¿qué son las noticias falsas? Las “fake news” es desinformación (más allá de las noticias) que son intencionalmente y verificablemente producidas con el objetivo de engañar a los lectores. Usualmente esta desinformación incluye contenido engañoso, falsos contextos, o manipulación de los hechos de tal manera que parecen ciertos, pero no lo son. La mayoría de las veces se fabrican para hacer daño o para desviar la atención hacia la mentira. Las noticias falsas son más que una calumnia o tergiversación de la realidad, son un embuste contra las personas. Es un sentido de traición y deslealtad hacia los demás.
El internet comenzó a viralizar las noticias falsas hace más de 25 años, pero son las redes sociales las que han contagiado al mundo con ellas. Este contagio está haciendo un daño enorme a toda la civilización de nuestro tiempo, porque ya no solo afectan al periodismo o a los medios de comunicación social. También afectan a cualquier otra industria que utiliza el conocimiento como pieza clave de trabajo. En mi caso personal, dedico mucho de mi tiempo a filtrar y a corroborar toda la información de mis análisis y escritos, y estoy convencida que más de la mitad de lo que aparece en el internet es falso. Por lo anterior, me está tocando retornar a buscar los libros de autores o profesores de buenas universidades, porque he llegado al límite tan extremo de no confiar en nada a menos que sea validado por otro que ama hacer su trabajo auténticamente con la verdad. Así que, más y más estoy regresando a los libros impresos en papel que cuentan con el sello de aprobación de editoriales de buen prestigio.
En la medida que comprendamos que las noticias falsas nos están afectando a todos, de una manera apabullante, solo entonces podremos discernir y apreciaremos el trabajo de aquellos que se toman su tiempo en hacerlo en función de la verdad. Solo entonces podremos valorar la importancia de la verdad, de la legitimidad de la palabra y del honor de aquellos que trabajan con el sincero deseo de exponerla en libros. La demostración de la verdad tiene un peso infinito que dura más allá de la legitimidad, de allí la importancia de usarla siempre que se pueda.
CEO-Founder
Eleonora Escalante Strategy Studio
Corporate Strategy Reflections, Arts & Publishing