A tres años de la toma de posesión del actual gobierno realizaré una revisión rápida de los principales aciertos y desaciertos de su gestión, los pondré en una balanza con el objetivo de visualizar que tan equilibrada ha sido, solamente les van quedando 24 meses para que finalice.
Dentro de los principales aciertos podemos destacar algunas acciones en el manejo de la pandemia por covid-19, específicamente la decisión de cierre de fronteras con la anotación al margen sobre el trato a los nacionales, los llamados “varados” y la mala logística respecto a su recepción y alojamiento; la compra de insumos para el personal de salud; también el esquema de vacunación que ha sido satisfactorio para la población, de fácil acceso y completo.
Debemos destacar una mejoría en los servicios de salud en relación a tiempos de consultas y el abastecimiento de algunos medicamentos. En general algunos procesos en el sistema de salud han mejorado.
También con sus matices, la entrega de los primeros paquetes alimenticios atenuó el hambre de mucha población en los tiempos de la cuarentena estricta; sin embargo, las siguientes entregas han sido señaladas por su uso político partidario y por posibles casos de corrupción en su manejo.
No podemos negar el marketing y uso de medios de comunicación que tiene, las campañas, spots, la imagen del presidente es impecable con algunas excepciones. Surf City, por ejemplo, es un caso digno de estudio, una creación publicitaria sobre todo a nivel internacional. La zona costera tiene solo algunos apoyos del gobierno, pero con incertidumbre de expropiaciones y de colonización de la zona. Así algunos aciertos con matices del gobierno.
Cuando hablamos de desaciertos enumeraré algunos; uno en general es la ausencia de políticas públicas en todas las materias, como brújula del camino que lleva el país, para medir avances, hacer ajustes, rendir cuentas, saber objetivos, no se tiene conocimiento de esas grandes políticas públicas en materia de salud; educación, economía, entre otras, lo que se ha conocido son planes muchas veces reactivos pero que no denotan apuesta y visión de país a largo plazo.
Otro desacierto es la concentración de poder por parte del ejecutivo, que conlleva el control total del Legislativo, leyes que manda el gobierno se aprueban sin discusión y con abuso de la dispensa de trámite.
La oscura implementación como moneda de curso legal y compras millonarias de Bitcoin, además de la ineficiente aplicación del monedero digital “Chivo” con todas esas cuentas que ya aparecían registradas y a las que no les han dado respuesta de su situación, se suma a la lista de desaciertos.
El debilitamiento del acceso a la información pública con la no entrega de información o entrega parcial de información pública a todo nivel y en todos los órganos de estado. Además del debilitamiento del IAIP son un gran desacierto para la actual administración.
El ataque a la prensa independiente que mina la libertad de expresión y prensa con ataques verbales directos e indirectos a periodistas y medios independientes como con el uso de un programa espía para interceptar comunicaciones además de ataques en el ciber espacio por medio de “Trolles” a medios y personas específicas.
En el tintero dejó la evaluación el régimen de excepción como política de estado relativa a la seguridad y sus consecuencias a nivel nacional e internacional en materia de derechos humanos y cumplimiento de indicadores universales de respeto a derechos como el defensa; debido proceso, presunción de inocencia.
Es así que podemos decir que estos tres años son tres años desequilibrados, por un lado, pocos aciertos y por el otro, muchos desaciertos.
Abogada y defensora de derechos humanos.