El Comité Dios” fue el nombre que recibió un grupo formado por entre siete a diez personas (médicos, pastores, sacerdotes, bio-eticistas y otras personas de la sociedad civil), quienes durante la década de 1960, cuando las maquinas de hemodiálisis aún eran escasas y los pacientes con insuficiencia renal sobrepasaban en número la cantidad de maquinas disponibles para que ellos recibieran sus tratamientos. Este “Comité Dios” tenía la responsabilidad de decidir qué pacientes entrarían en el programa de hemodiálisis con la seguridad de seguir viviendo y quiénes, por el contrario, no lo harían con la consecuencia final de que morirían tempranamente. En pocas palabras, más que definir quiénes eran sometidos a diálisis y quiénes no, la función de este “Comité” era definir quiénes vivían y quiénes no. De aquí su nombre: “El Comité Dios".
En 2021 el director de cine norteamericano Austin Stark, presentó en el Festival de Cine de Tribeca la película “El Comité Dios”. Se trata de un drama médico que presenta situaciones complejas y decisiones difíciles que enfrenta un equipo médico que tiene que decidir qué pacientes pueden recibir trasplantes de órganos para prolongar sus vidas. La película está basada en el libro God Committee (El Comité Dios) del escritor Mark St. Germain y es un intento de recordar lo sucedido en la década de 1960 pero con un contexto actual, la escasez de órganos para trasplantes.
Presenta los problemas que suelen estar ocultos a la vista de todos o que intentamos ocultar para no pasar ansiedad: el inconveniente de la escasez de órganos de trasplante, la posibilidad de que eventualmente cualquiera podría necesitar un trasplante, el costo elevado de esos y otros procedimientos médicos que lo hacen virtualmente inaccesibles para el paciente promedio o la visión egoísta de “eso no me sucederá a mí”. Esta narrativa hace que nos demos cuenta de la angustia y zozobra que viven los familiares y pacientes, quienes tienen que soportar todo esto para obtener los tratamientos que les prolongarán la vida.
Ahora que nos enfrentamos a nuevas variantes en la pandemia, que generan nuevos dilemas y fomentan la necesidad de un cambio en el paradigma en la comprensión de la enfermedad, puesto que la evidencia nos lleva a entender que el virus se mantendrá durante más tiempo del que esperábamos. Los datos antes descritos nos obligan a reflexionar sobre lo que antes sucedió y lo que está pasando en la actualidad: unidades de emergencia saturadas, clínicas ambulatorias con escaso personal médico y paramédico, escasez de fármacos entre otros, todo esto con la consecuente necesidad de restringir admisiones hospitalarias y redefinir necesidades en el tratamiento de los pacientes.
En estas situaciones críticas de la pandemia no es raro que médicos en cualquier unidad de emergencia del mundo tengan que decidir qué paciente debe ingresarse para continuar su tratamiento y quién no. De igual manera, la decisión de qué enfermo puede o no puede recibir el ventilador mecánico que sostendrá su respiración es tomada para seleccionar pacientes por la escasez de insumos médicos.
Todo lo anterior nos confirma que el concepto básico de “El Comité Dios” tomado de una forma u otra todavía se encuentra presente en las decisiones médicas que se deben tomar en diferentes situaciones hospitalarias que se presentan en muchas partes del mundo debido aún a una pandemia que no da señales de desaparecer, razón por lo que es responsabilidad de todos el seguir contribuyendo para el control efectivo en la presente crisis sanitaria.
Doctor en Medicina y en Teología.