En el año 2015 se atendieron en el ISSS 2023:
pacientes nuevos con cáncer 800 (40%) masculinos (M) y 1223 (60%) femeninos (F).
Ocho años después, en 2022 atendimos 3145 pacientes nuevos, 1186 M (38%) y 1959 F (62%) siendo los sitios anatómicos más frecuentes (número de casos entre paréntesis):
Piel (580), Mama (576), Cérvix (184), Colorectal (178), Estómago (166), Próstata (138), Endometrio (137), Tiroides (113), Linfoma (103) y Leucemia (94), y fallecieron por cáncer en ese mismo año unos 1900 derechohabientes.
Si los agrupamos por aparatos o especialidades los cánceres más frecuentes son: Piel (580), Mama (576), Digestivo (396), Ginecológico (381), Hematológico (277), Urológico (273), Cabeza y Cuello (160), Respiratorio (100), Cerebro (74) y Melanoma (34). Al analizar las estadísticas llama la atención lo siguiente: no hubo casos de cáncer de mama en hombres; en el tubo digestivo inferior los sitios más frecuentes son Recto (66), Sigmoides (37) y Ciego (27); la Leucemia Linfoblástica Aguda es 3 veces más frecuente en hombres; el cáncer de tiroides es 2.5 veces más frecuente en mujeres. Todavía llama más la atención una serie de cánceres que son evidentemente más frecuentes en hombres que en mujeres (número de veces entre paréntesis): Laringe (10), Esófago (2.7), Cavidad Oral y Orofaringe (2.2), Broncopulmonar (2), Vejiga (1.7), Estómago (1.5) lo cual podría explicarse probablemente porque los hombres fuman más que las mujeres.
El éxito de los programas de atención de cáncer en cualquier parte del mundo se basa en 3 puntos: en primer lugar, evitar que el cáncer se haga presente cuidando el estilo de vida (prevención primaria); en segundo lugar detectarlo tempranamente cuando puede curarse o controlarse con tratamientos sencillos y baratos (prevención secundaria) y en tercer lugar, disponer de un adecuado sistema de atención para estudiar y tratar los casos nuevos que vayan diagnosticándose y dar seguimiento y cuidados a los que ya están en tratamiento y a los sobrevivientes.
La prevención primaria se consigue mejorando los conocimientos en salud de la población blanco mediante campañas educativas que deben comenzar en las escuelas públicas y privadas, continuar en las oficinas públicas, centros de trabajo y en los medios y redes sociales para toda la población. Urge iniciar campañas para evitar el tabaquismo, el uso abusivo del alcohol, la exposición excesiva a los rayos del sol y el sobrepeso; promover la dieta saludable, el ejercicio diario, y entre las jovencitas el inicio de relaciones sexuales hasta después de los 18 años.
La prevención secundaria se consigue mediante la realización de pruebas de tamizaje sencillas y baratas para detectar la enfermedad en personas asintomáticas: citología cervicovaginal anual desde el inicio de relaciones sexuales, mamografía anual desde los 40 años, endoscopía digestiva superior e inferior cada dos años desde los 50 años y consulta médica anual en búsqueda de cáncer desde los 45 años. En el 2019 el ISSS realizó 119,595 citologías cervicovaginales tamizando solamente al 17.84% de las mujeres en riesgo (entre 20 y 70 años); en el 2021 el ISSS realizó 33,253 mamografías de tamizaje cubriendo únicamente al 10.16% de mujeres en riesgo (entre 40 y 70 años).
Sabiendo que el 17.45% de los casos de las pacientes con cáncer de mama que atendemos tiene entre 30 y 39 años, probablemente el tamizaje debería iniciarse a los 30 años de edad sobre todo cuando haya fuertes antecedentes familiares. Las pruebas para tamizaje realmente son baratas, pues el costo institucional aproximado de una mamografía es de unos $20.00.
Si el ISSS decidiera tamizar por ejemplo al 70% de las 324,444 mujeres en riesgo entre 41 y 70 años, habría que hacer anualmente 227,111 mamografías para detectar 329 casos, es decir, para detectar un caso habría que tamizar a 695 mujeres a un costo de $13,900.00 y el gasto anual total solo en mamografías sería de $4,542,220.00, pero el tratamiento de estos casos sería menos costoso, con cirugías conservadoras, menos ingresos y muchas de estas pacientes probablemente no necesitarán quimioterapia.
La realidad actual es que el diagnóstico se hace en etapas avanzadas de la enfermedad. la cirugía por lo general es mutiladora. Reciben quimioterapia, radioterapia, a veces anticuerpos monoclonales, etc. y al final, el 30% de ellas mueren por la enfermedad después de múltiples ingresos y con un gasto institucional elevado.
Es conveniente para la institución y para la población pensar en un programa donde las pacientes con el apoyo institucional paguen su mamografía en forma privada a un costo bajo, pero que hagan su tamizaje anual desde los 35 años de edad.
Cirujano Oncólogo.