Historias que importan, gracias a lectores como tú

El periodismo que hacemos requiere tiempo, esfuerzo y pasión. Cada reportaje es para mantener informado y contar historias que marcan la diferencia

Sucríbete y obtén acceso a contenido exclusivo

Santa Ana 20oC   99% H San Salvador 26oC   84% H San Miguel 26oC   84% H Surf City 26oC   84% H
  mapa
edh

Turismo Los Chorros Ivonne Nóchez Migrantes Inversión Centro Histórico

Cintillo Desktop Cintillo Móvil

Enigma de los hombres sin tiempo

.

Por Carlos Balaguer
Publicado el 18 de agosto de 2022


Simha —la quimera— formuló el enigma: “Dime, criatura perdida del erial, ¿cuál es el animal que en el alba llora, canta al amanecer, ruge al mediodía, en la tarde calla y al crepúsculo sueña con el día que vendrá? Kania no pudo responder, porque se había olvidado a sí mismo. Había olvidado al Hombre, al engendro de eternidad que era. Desnudo, ya sin llanto, sin canto, sin rugido, sin su voz de viento en las montañas. “Puedes devorarme, fiera implacable. Heme aquí, desnudo del ayer y del mañana, porque tú, perversa cantora del samsara, me has arrebatado el tiempo y el amor. Es destino de los hombres sin tiempo, olvidar el ayer y el mañana, y ser devorados por esfinges doradas como tú. Kania tensó el arco y disparó una flecha al corazón de la Esfinge. Fue su última y triste victoria, asesinar a la Esfinge y al Hombre. Porque asesinarla a ella era asesinarse a sí mismo. De esa forma el cazador de fábulas fue cazado por sí mismo. Ya no se los vio ni a él ni a la quimera Simha en las eternas dunas. La última batalla se había librado en el seco y desolado erial. (VI) <de “La Esfinge Desnuda” -C.B.>

TAGS:  Filosofía | Opinión

CATEGORIA:  Opinión | Editoriales

💡
¿Qué deseas ver ahora?