Sí, autorrealicémonos para superar, para lograr algo más en la vida, para ser más útil a la sociedad, para destacarnos ante los demás; en fin, para no quedarnos estancados, porque “Llegar es detenerse, y detenerse es estancarse, y estancarse es morir en vida”, tal como dijera en su obra “Normas supremas”, el maestro Camilo Campos nacido en Alegría, Usulután, el año 1892 y fallecido en San Salvador en 1923.
Se autorrealiza el maestro que sigue estudiando y logra su título de abogado, la enfermera que obtiene su título de doctora en Medicina; el teniente que, por sus estudios y capacidad, llega a ser coronel; en fin, la autorrealización hace de un individuo alguien superior en la escala de la sociedad.
La autorrealización es sinónimo de éxito, ya que el que se autorrealiza logra el éxito deseado.
No se autorrealiza generalmente el que tiene una baja autoestima, porque cree que no es capaz. El que piensa que no es capaz debe, entonces, elevar su autoestima. Debe hacerse una autoexploración productiva, o sea programarse para mantener una conciencia propia de él mismo, de sus pensamientos, necesidades, acciones, reacciones emocionales, estados de ánimo y actitudes.
(“Son factores de conciencia que causan una baja autoestima los siguientes: a) Falta de fe. b) Dependencia de los otros. c) No aceptar nuestra propia autoridad y no hacernos cargo de nuestra propia vida. d) El no pensar por nosotros mismos. e) El aferrarnos a conceptos falsos, lo que engendra sentimientos de culpa”. Apuntes de clase de la asignatura “Psicología de la Personalidad”, en la Universidad de El Salvador, de hace 40 años, cuando el que escribe era estudiante de Psicología).
Pues bien, volviendo a la autorrrealización, esta actitud nos lleva al éxito. “Por ejemplo, el célebre pintor francés Pierre Auguste Renoir solía decir, según cuentan, a los que le preguntaban cómo lograba tan delicados y naturales tonos de la piel en sus desnudos: “Sigo pintando y pintando, hasta que me entran deseos de pellizcar, entonces sé que he logrado mi propósito, mi éxito” (Tomado de “Temas de reflexión”, de la Revista “Selecciones del Reader’s Digest”, del mes de junio de 1973).
“La madurez llega cuando comenzamos a conocernos a nosotros mismos, es entonces cuando podemos autorrealizarnos para lograr el éxito”, decía la escritora norteamericana Erma Bombeck”.
O como decía el filósofo Disraeli: “El secreto de la vida de un hombre está en prepararse (autorrealizarse) para aprovechar la ocasión cuando se presente. O como opinaba el escritor Orison Sweet Marden: “El éxito no es nunca una donación, sino una conquista”.
Y, finalmente, como piensa nuestro poeta, abogado y escritor, doctor David Escobar Galindo: “Esta es la mejor oportunidad que podríamos imaginar para vivir un plan de autorrealización como nunca antes en el decurso histórico”.
Autorrealicémonos, pues, y luego veremos los resultados exitosos. ¡Sí, señores!
Maestro, sicólogo, gramático.