Historias que importan, gracias a lectores como tú

El periodismo que hacemos requiere tiempo, esfuerzo y pasión. Cada reportaje es para mantener informado y contar historias que marcan la diferencia

Sucríbete y obtén acceso a contenido exclusivo

  
Suscribirme
EPAPER Elecciones en Venezuela|Harris vs. Trump|Dengue|Alza precios alimentos|Selecta

Todos los días se aprende a cantar

.

Por Carlos Balaguer |

Contaba el célebre tenor italiano Luciano Pavarotti que cuando era niño –de apenas doce años- su padre lo llevó a escuchar al maestro Beniamino Gigli, entonces de 57 años. Quedó deslumbrado por la voz del maestro, que recorrió por casi una hora las notas más bajas y altas del pentagrama con su magistral voz. Cuando Gigli terminó, Luciano le preguntó: “Maestro, ¿cuándo fue la última vez que estudió canto?”. Aquel le respondió: “Hace apenas cinco minutos”. La lección que recibió el niño prodigioso fue ésta: Todos los días se aprende a cantar. Para tener una buena voz, debemos estudiar todos los instantes y “silencios” de nuestra vida. En cada nota, en cada melodía de la creación. De igual manera, cada día el hombre aprende algo nuevo de la vida y del arte de vivir. O, lo que es igua, vivir del arte. Instante a instante de su existencia el ser humano perfecciona el arte del canto de igual manera el arte de amar. En ello radica tener buena voz y alcanzar el estro musical y la gracia del “Eros creador”. Esa disciplina del arte que -como el canto del tenor- tiene que perfeccionarse cada día, estudiando en esta inmensa escuela de la existencia. Este conservatorio de la voz y del alma que es la vida.

KEYWORDS

Filosofía Opinión

Patrocinado por Taboola

Inicio de sesión

Inicia sesión con tus redes sociales o ingresa tu correo electrónico.

Iniciar sesión

Hola,

Bienvenido a elsalvador.com, nos alegra que estés de nuevo vistándonos

Utilizamos cookies para asegurarte la mejor experiencia
Cookies y política de privacidad