Según la ONU, casi la mitad de la población mundial vive actualmente en pobreza, definida como un ingreso de menos de 2 dólares al día. Y unos 800 millones, viven en condiciones de pobreza extrema y sobreviven con menos de $1,25 al día. No tienen acceso a una nutrición adecuada, agua potable limpia y servicios de salud apropiados. De ahí que el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible es “Poner fin a la pobreza en todo el mundo”, que incluye asegurar el acceso a los recursos económicos a todos los individuos alrededor del mundo.
Tanto por las dimensiones, como por las buenas intenciones, el objetivo de eliminar la pobreza es impactante y todos debiéramos sumarnos a que poco a poco se vaya reduciendo, aunque según las noticias, en nuestro país, desgraciadamente va aumentando, y ojalá que sea temporal.
Quizás por ser un país pequeño, tenemos ciertas ventajas para reducir la pobreza, y como se anuncian futuros programas de reducción de la pobreza, sería excelente que incluyeran la motivación, el deseo y la persistencia de cada uno, para reorientar su vida, pues es posible salir de la pobreza, aprendiendo y ensañando en primer lugar, sobre la responsabilidad de cada uno, y que la pobreza, no va ligada ni a la familia, ni al país.
Buscando sobre el tema encontré una explicación del excepcional Mario Moreno Cantinflas: “No he sido pobre. Solo he estado sin dinero. Ser pobre es una condición mental y no tener dinero una condición temporal”. Mi interpretación es que el mayor problema de la pobreza es asumir que así son las cosas, que siempre habrá ricos y pobres, y por las razones que sea, ajenas a ellos, son y se mantienen pobres.
Y la verdad es que el dinero no cae del cielo, hay que ganarlo trabajando y todos tenemos la capacidad de hacerlo si se cambia la mentalidad. La premisa, que no hay almuerzo gratis, aquí y en todo el mundo, sigue siendo válida.
Todas las personas y familias, de aquí y otros países, que actualmente son ricas, cuando llegaron el siglo pasado, eran pobres, pero se concentraron en trabajar y generar riqueza y con trabajo y persistencia lo consiguieron. Lo mismo, con parientes y amigos que emigraron a EEUU sin nada, pero esforzándose, sus hijos estudiaron y sus nietos son profesionales graduados. Sin embargo, cientos de miles en EEUU, el pais de las oportunidades, quizás por su pobreza mental, siguen siendo pobres y viviendo de la caridad del estado.
A su manera, también nos aclaró Cantinflas: “El problema no son los ricos, sino los pobres; hay que terminar con la pobreza y no con la riqueza. Que los empresarios son malas personas es mentira aquí y en todo el mundo. Pero sí y como en todos los ámbitos, hay buenos y malos empresarios.
Querer mejorar económicamente para una mejor calidad de vida ni es pecado en ninguna religión, ni prohibido por ninguna ley.
Por eso es fundamental que los nuevos programas para reducir la pobreza incluyan despertar el interés, la motivación, el entusiasmo y la fuerza de voluntad de las personas para superarse trabajando. Deben entender que las ayudas que reciben fueron compradas con dinero de los impuestos o las ganancias de las empresas que las donan.
Entonces, estimados señores, es cuestión y reto de cada uno focalizarse en la superación personal y familiar como lo han hecho muchas personas que seguramente usted conoce. Estudiar, la universidad, pueden ayudar, pero la solución es: “querer salir de la pobreza y dedicarse”. Ya lo dice el refrán, ¡Querer es poder! Hay miles de buenos ejemplos de hombres y mujeres que salieron honradamente de la pobreza.
Ingeniero/pedroroque.net /
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