El “Ars Moriendi” (“El Arte de Morir”del S.XV) estigmatiza a nuestra civilización moderna en su ocaso, auge y esplendor. Rick Genest -ícono de la escena artística y de la moda- conocido como “Zombie Boy” obtuvo el récord mundial por tener tatuados en su cuerpo 176 insectos y la osamenta humana. Literalmente se había convertido en un muerto viviente (zombie) al llevar marcada en su piel la desconcertante imagen de la muerte. Su rostro era una calavera y su cuerpo un esqueleto tatuado. En agosto de 2018 el modelo canadiense de 32 años fue encontrado muerto en su apartamento de Montreal, víctima aparente de un suicidio. Me pregunto si este controversial actor de la fatalidad no representaba a nuestra misma civilización moderna de la guerra, tatuada con la imagen de la muerte en su rostro y en su piel. El planeta Tierra agoniza por la agresión humana a sí misma, a los mares, la vida natural, la vertiginosa destrucción de bosques, especies, fuentes fluviales y el envenenamiento del aire por gases contaminantes. A ello sumamos su actual y suicida carrera nuclear, expandiéndose por el mundo. Vivimos un real “ars moriendi” que signa a la actual humanidad ante un futuro incierto: El mismo rostro de la muerte viviente, esbozando su risa macabra como en el cuerpo tatuado de “Zombie Boy”. Lady Gaga –con quien actuó el artista en la canción “Born this Way” (“Así Nací”)- exclamó: "Si estás sufriendo, llama a un amigo o a la familia hoy. Debemos salvarnos unos a otros". Lo que debe hacer nuestra civilización por su salvación. <Libros de Carlos Balaguer-Amazon>
La muerte del "Zombie Boy": trágico tatuaje de la civilización
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