Paradise espejismo: ¡Tan de cerca y lejano! ¡Próximo e imposible! Apartados del tiempo y del mundo, el caballero y la dama cruzaron sus caminos: ¡Próximos y distantes! Breves e infinitos. Tan humanos. Tan sueño. ¡Tan fugaces, cual la cola de un cometa! Huyendo del ayer y la multitud, se encontraron en el camino solo de la muchedumbre. Y por la vieja costumbre de vivir de ilusiones se vieron a los ojos, que es donde las encontramos. ¡Tan distante y tan suya -pensó él- que luego pasó, hundiéndose en la lejanía! Después de mirarse el alma -jugando a las escondidas con la vida de una flor- ella volteó a verle antes de partir, deshojando la flor. Mas -aunque fuera un instante- fue suyo su vuelo y su candor. Diciéndose de paso el íntimo deseo de sus vidas. Ambos lejanos como los tempranos astros del atardecer. Ella clavó su mirada en él diciendo adiós. Como dejando viva una ilusión, a escondidas de dios y de la vida. ¡Tan cercano el Paradise que se perdió en la niebla de un instante! Y ella se fue dejando en el aire un perfume de jazmín. En medio del imposible idilio ambos lo creyeron suyo. Y rozaron las orillas de aquel paraíso a escondidas. “Quise escapar del tiempo para encontrarme en la vía de nuevo con ella para volverle eterna en mí” escribió el enamorado en su bitácora. Tan lejana luz del mundo. Era la paz. La misma con rostro de ángel, de mujer y de imposible. Desde entonces se apartaba del mundo para volverla a encontrar a solas, sin esconderse de Dios y de la vida.
Distante paradise
.