Se dijo que -ante la convocatoria del proyecto Mars One cuyo objetivo era colonizar el planeta Marte- líderes religiosos musulmanes emitieron una “fatwa” dirigida a todo aquel que profesa esta religión para que se abstenga en un futuro de vivir en Marte. Y es que dicha travesía interestelar supone “un riesgo real para la vida” equivalente al suicidio, el cual está prohibido terminantemente por el Corán: “No os matéis a vosotros mismos ni el uno al otro.” Hace algunos años, la empresa holandesa Mars One anunció que buscaba voluntarios para viajar y vivir en Marte. Aunque hacían la advertencia que aún no existía una real tecnología que permitiera un viaje de regreso a la Tierra. El viaje claramente sería sin retorno, con boleto de ida sin regreso. La vida es el precio para esta hazaña de los pioneros celestes. Pero los argonautas y conquistadores de todas las épocas han aceptado los riesgos mortales que implica una expedición hacia lugares peligrosos y remotos. Aunque la protección de la vida contra todos los peligros posibles y mantenerse a salvo es común en todas las religiones y especies vivas del planeta. Sin embargo, el instinto natural de conquista puede en casos superar al de supervivencia, pues fueron recibidas más de 48 mil solicitudes para el viaje al planeta rojo. <“Éxodo del Sapiens Estelar al Universo” C. Balaguer-Amazon>
Mandato divino prohíbe viajar a Marte
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