Los estudios de “Tiempo Efectivo de Aprendizaje” aportan insumos para entender el fenómeno de la calidad educativa, ya que los estudiantes requieren de dedicar periodos adecuados a actividades educativas para que puedan adquirir las competencias y capacidades que se espera alcancen.
El “Tiempo Efectivo de Aprendizaje” es aquel durante el cual los estudiantes están involucrados en actividades de aprendizaje con elementos de mayor influencia en la efectividad escolar. Pero la relación entre el tiempo y los aprendizajes no es lineal.
En los centros educativos puede haber muchas actividades deportivas, culturales, cívicas o artísticas dedicadas a la formación; no obstante, cuando se analizan los programas de estudio o las pruebas estandarizadas (que si diseñan en base a los programas de estudios) uno descubre ciertas asimetrías.
El calendario escolar, según el articulo 107 de la Ley General de Educación, es de 200 días “mínimo” (¿ha visto que alguien supere el mínimo…?) y se analizan las unidades curriculares de los programas de estudio, están diseñadas para aplicarlas en 200 días. Cada una de las materias básicas, Matemáticas, Ciencias Naturales, Estudios Sociales, Lenguaje y Literatura, están organizadas en “UNIDADES” de 5 horas semanales, para un total de 200 horas anuales.
Pero en la práctica, según los estudios realizados por Ernesto Schiefelbein (2008), los estudiantes reciben no más de “100 días de aprendizaje efectivo”, es decir, el 50% de lo planificado, lo cual equivale a los resultados de PAES 1997-2019 que siempre fueron de 5 y fracción; era lógico...
Recuerdo, en un proyecto que trabajamos con el Banco Mundial en República Dominicana (2010), el ministro de turno Melanio Paredes había enarbolado el plan “1000 x 1000”, mil horas en cantidad por mil horas en calidad, algo muy importante de equilibrar –cantidad y calidad de tiempo educativo-; el sistema educativo dominicano era muy similar al nuestro.
Todo educa, el arte, los juegos intramuros, el Día de la Tierra, las actividades cívicas, pero todas estas actividades restan tiempo a los contenidos básicos de Matemáticas, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Lenguaje y Literatura.
En la teoría curricular siempre se valora “Scoop and Sequence”, profundidad y encadenamiento de los contenidos curriculares; y esto se traduce en cantidad y calidad de tiempo de aprendizaje; unos irán más lentos, otros más rápido –“mentes diferentes, aprendizajes diferentes” (Mel Levine)- pero todos los niños (as) deben dedicar el tiempo necesario a aprender y el docente es el garante.
¿Cuál es la solución…? Ampliar el calendario escolar al menos a 260 días, como lo ha hecho el Ministerio de Educación en Costa Rica o la estrategia del plan olvidado “Escuela Inclusiva de Tiempo Plano”, ampliando el horario escolar.
¿Por qué los colegios privados o bilingües obtenían mejores resultados en pruebas estandarizadas? Porque lograban una mayor cobertura curricular en el horario ampliado de 7:15 am a 15:00 PM
En 2015, realizamos una investigación con los cinco institutos que habían obtenido los resultados más bajos en la PAES; en uno de ellos, urbano, en la semana de visita de campo que realizamos, los estudiantes nunca recibieron clase… celebraciones, reuniones, ensayos y un largo etcétera; en realidad luego de observar este panorama no se necesitaba investigar más.
Todo educa, la sociedad es educadora, los medios de comunicación, nuestra cultura y, sobre todo, lo que planificamos y ejecutamos en los centros educativos, pero tengamos muy claro que nos indica el programa de estudio, la demanda de horas y no andemos corriendo a final de años para cubrir las 2º 3 últimas unidades de forma comprimida, acelerada o a la carrera. La clave es cantidad y calidad…
PD: Por cierto, el problema de supervisión del cumplimiento del calendario no se ha resuelto; si los datos de las pruebas estandarizadas mejoran es por fallas en el diseño de la prueba o en los controles de validez y confiabilidad.
Disclaimer: Somos responsables de lo que escribimos, no de lo que el lector puede interpretar. A través de este material no apoyamos pandillas, criminales, políticos, grupos terroristas, yihadistas, partidos políticos, sectas ni equipos de fútbol… Las ideas vertidas en este material son de carácter académico o periodístico y no forman parte de un movimiento opositor.
Investigador Educativo/opicardo@asu.edu