Estudios del futuro (Forecasting Studies) o Prospectiva: es el proceso de hacer pronósticos o predicciones basados en datos pasados y presentes y, más comúnmente, mediante el análisis de tendencias y recursos estadísticos o fenoménicos. Para la realización de estudios del futuro se pueden utilizar diversos métodos.
En la Harvard Business Review se publicó un artículo titulado: “How to Choose the Right Forecasting Technique” de John C. Chambers , Satinder K. Mullick and Donald D. Smith (1971), el cual definía: “En todas las decisiones importantes que se toman deben considerar algún tipo de pronóstico. Las predicciones sólidas de las demandas y las tendencias ya no son artículos de lujo, sino una necesidad gerencial frente a los grandes cambios de la economía. El pronóstico puede ayudar a lidiar con estos problemas; pero puede ayudarlos más, cuanto más sepan sobre los principios generales de pronóstico, lo que puede y no puede hacer por ellos actualmente, y qué técnicas se adaptan a sus necesidades del momento. La selección de un método depende de muchos factores: el contexto del pronóstico, la relevancia y disponibilidad de datos históricos, el grado de precisión deseable, el período de tiempo a pronosticar, el costo / beneficio (o valor) del pronóstico para la compañía y el tiempo disponible para hacer el análisis”.
Para comprender el futuro o los futuros, se necesita una base teórica coherente; y al menos hay cuatro enfoques que resultan clave para la prospectiva (Inayatullah 1990): 1) Predictivo, basado en las ciencias sociales empíricas; 2) Interpretativo, basado no en la comprensión de imágenes del futuro contradictorias entre sí; 3) Crítico, derivado del pensamiento postestructural y centrado en averiguar quién se beneficia de la comprensión de determinados futuros y qué metodologías privilegian a ciertos tipos de estudios del futuro; y 4) Aprendizaje o investigación mediante la acción participativa.
Los métodos para realizar estudios de futuro posibles, probables o preferibles son: Cuantitativos/cualitativos: Delphi o serie de datos pasados; Enfoque promedio: Todos los valores futuros son iguales a la media de los datos pasados; Enfoque ingenuo o Deriva: Datos de series temporales con cambios de deriva; Ingenuo estacional: Estacionalidad por temporadas; Series de tiempo (medias móvil, ponderada, exponencial); Pronóstico causal / econométrico: Factores subyacentes; De juicio: Juicios intuitivos de expertos; Inteligencia artificial: Big data, maquinas vectoriales, redes neuronales. Modelos matemáticos: Box Jenkins, X-11, etcétera.
En el Centro de Modelaje Matemático “Carlos Castillo-Chávez” (CMMC³) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) con el apoyo del Simon A. Levin Mathematical, Computational and Modeling Sciences Center de Arizona State University, realizamos diversos estudios especializados en los campos de: Tráfico; Consumo humano; Política; Epidemiología; y Educación.
En términos simples, cada problema tratado y proyectado hacia el futuro puede tener tres escenarios hipotéticos: antagónico negativo, antagónico positivo y estable. En algunos casos tenemos datos o los estamos construyendo para responder algunas de estas preguntas:
- ¿Cuándo va a colapsar el tráfico?, ¿en que año?, ¿cómo podemos evitarlo?
- ¿Cuánto tiempo va a gobernar el actual Presidente?, ¿qué sucederá en las próximas elecciones?
- ¿Cómo nos impactará el conflicto Rusia-Ucrania?
- ¿Cuáles serán las consecuencias, impactos o beneficios de la relación geopolítica de El Salvador con China y/o Estados Unidos?, ¿Quiénes ganan y quiénes pierden?
- ¿Cuál es el pronóstico macroeconómico?, ¿crecemos, nos estancamos o default?, ¿cuál será el comportamiento de las remesas en el mediano y largo plazo?
- ¿El Bitcoin desplazará al dólar por necesidad de liquidez o por transformación digital?
- ¿Qué futuro nos depara con el actual sistema educativo y sus circunstancias?
Son preguntas demasiado importantes, y trabajar en la certeza de las respuestas es una tarea científica relevante. Encuestas, análisis, lectura, modelos matemáticos, consultas técnicas aportan un considerable volumen de datos para diseñar escenarios futuros.
Vemos tres marcos hipotéticos, ante los cuales podrían realizarse estudios de futuro:
Imaginemos el posible impacto, en caso que se finalice el Estatus de Protección Temporal conocido como TPS, tanto a nivel económico -disminución de remesas- como a nivel social -retorno de compatriotas o pérdida de seguridad laboral. Para un volumen de 200,000 salvadoreños y sus familias, esto podría representar una profunda crisis, y para ello se debería desde ya diseñar una solución. Escenarios: A.- Se mantiene el TPS, no hay consecuencias; B.- Fin de TPS, retorno de 10% de beneficiarios y disminución de remesas; C.- Fin de TPS, retorno de 20% de beneficiarios, descontento en la diáspora, consecuencias políticas y disminución de remesas.
Sería muy probable, que pese a la maquinaria de propaganda del actual gobierno, las condiciones económicas que se avecinan puedan golpear significativamente los cálculos electorales. El bitcoin, unido a la limitada inversión local por el desmantelamiento del FODES, más la inflación, ralentización de remesas, alto costo de la vida y de la canasta básica, desempleo, puede impactar en el imaginario político. Escenarios: A.- La economía se estabiliza o mejora, se mantiene la popularidad gubernamental; B.- Ingresa una crisis económica y hay descontento social, pero el gobierno mantiene un 50% de simpatía, la oposición es débil; C.- Ingresa una crisis económica, hay descontento social, se fortalece la oposición, cae la simpatía del gobierno a 30% o menos.
De acuerdo con datos de la Dirección General de Aduanas (DGA), entre enero y julio de 2020, El Salvador importó en total 26,188 unidades vehiculares de las que 4,720 corresponden a vehículos de fábrica, mientras que 21,468 son usados. Las cifras de 2022, luego de la pandemia seguramente han crecido. La red vial tiene un límite, y probablemente ingresan muchos más vehículos que los que salen del sistema. Escenarios: A.- Por medio de leyes se regula y equilibra el ingreso y egreso de vehículos del sistema, más restricciones para la importación y más requisitos para mantener un vehículo en el sistema. B.- El desequilibro se mantiene, la velocidad promedio de tránsito se ralentiza, la ciudad se hace cada vez más difícil. C.- En “X” años ¿5 o 10 años? la ciudad colapsa, es intransitable.
No se asuste, son escenarios o hipótesis… veamos si las “cartas están o no echadas”
Disclaimer: Somos responsables de lo que escribimos, no de lo que el lector puede interpretar. A través de este material no apoyamos pandillas, criminales, políticos, grupos terroristas, yihadistas, partidos políticos, sectas ni equipos de fútbol… Las ideas vertidas en este material son de carácter académico o periodístico y no forman parte de un movimiento opositor.
Investigador Educativo/opicardo@asu.edu