Los macarrones de lujo

Esta semana, El Faro publicó una investigación periodística que deja al descubierto una red delincuencial que pertenece al actual gobierno, que realmente resulta indignante. La empresa del señor Munir Bendek Miguel, Negocios y Servicios Bursátiles SA de CV (NSB), declaró en 2019 como activos totales el monto de $398,719.65. Pero en 2020, NSB declaró tener $9.8 millones. Tan solo un año después, sus activos incrementaron en $9.4 millones.

¿Cómo fue esto posible? Simple. NSB fue una de las principales empresas contratistas del Programa de Emergencia Sanitaria (PES).

Según la investigación del periodista Jimmy Alvarado, el señor Munir Bendek, propietario del 90 % de las acciones de NSB, ganó un total de $22.7 millones en contratos con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Este ministerio lideró las compras y reparticiones que realizó el PES. Antes de la destitución ilegal que la bancada cyan le propinó al ex titular de la Fiscalía General de la República (FGR), esta institución llevaba en curso una investigación conocida como “Catedral”, en la que figura el nombre de Bendek y toda una red que facilitó la extracción de fondos públicos durante los meses más duros de la pandemia por covid-19. Los hermanos del Presidente, el alcalde Durán, la Jefa de Gabinete, el Presidente del partido Nuevas Ideas, el Director de Centros Penales, el Director de Reconstrucción de Tejido Social, el ex Ministro de Agricultura y el ex Ministro de Seguridad del actual gobierno y otros funcionarios son parte de un organigrama de línea de mando que el Grupo Especial Antimafia de la FGR creó dentro del expediente Catedral.

El dinero alcanza cuando nadie roba, dicen ellos e incluso eso se lee en los banners publicitarios que la Dirección de Obras Municipales (DOM) ha instalado en algunas calles, pero lo cierto es que el dinero NO está alcanzando –la DOM es el nuevo proyecto gubernamental que ha sustituido al PES y, por supuesto, no rinde cuentas en torno a la adjudicación de sus contratos millonarios–. Mientras algunas promesas de campaña no pasaron del papel cyan, algunas personas como el señor Munir Bendek, amigo cercano de algunos familiares del Presidente, después de venderle al gobierno alimentos a precios inflados, Bendek se compró un apartamento en Miami, ubicado en el edificio Paramount Miami Worldcenter y valorado en $1.1 millón de dólares. Parece que a los contratistas favoritos del gobierno SÍ les alcanza el dinero.

Además de estos funcionarios que claramente se aprovecharon de las arcas del Estado en aquel momento en el que cientos de personas ondeaban banderas blancas en las calles de nuestro país porque estaban pasando hambre, también algunos empleados técnicos del MAG, en aquel entonces bajo el mando de Anliker, se vieron comprometidos al no cumplir con la Ley de Compras. Hago este señalamiento, porque estas personas normalmente son las primeras en caer cuando la justicia le llega a los corruptos. A esas personas que comprometen su futuro por un puesto de trabajo: no le hagan el favor a los que se llenan los bolsillos con millones y compran apartamentos en Miami, no destruyan su futuro a causa de la ambición ajena de unos cuantos seres mezquinos. Cuando llegue el momento, ellos les darán la espalda. No olviden estas palabras.

La investigación periodística enmarca que uno de los fiscales que investigaba el caso que involucra a Bendek, declaró lo siguiente: “Su nivel de vida no corresponde con su pasado reciente”. Esta frase resulta ser emblemática, porque aquellos que arremetieron contra “los mismos de siempre” han demostrado que solo les interesaba reemplazarlos y convertirse en los nuevos mismos de siempre. Las mismas mañas, los mismos robos, los mismos lujos.
Mientras el gobierno repartió macarrones que compró a precio inflado, las personas más cercanas al círculo de poder presidencial compraban apartamentos de lujo en el extranjero.

El PES tenía una asignación de $236 millones. Ahora nos damos cuenta a dónde han terminado algunos de esos millones, ¿Y los millones que tiene la DOM hasta dónde van a llegar?

Comunicólogo y político