Son formulaciones de sal, azúcar, aceites hidrogenados y grasas, así como saborizantes, potenciadores de sabor, disolventes, emulsionantes, conservantes, colorantes y otros aditivos, y se consumen principalmente en forma de bocadillos, postres y comidas listas para comer.
La educación también implica crear, fomentar y mantener una perspectiva de alimentación adecuada y nutritiva. Donde aprendamos herramientas no solo para proteger nuestro derecho a la información por medio de las etiquetas alimentarias sino también como una herramienta de protección del derecho a la salud.
La obesidad, la diabetes y ciertos tipos de cáncer son algunas de las enfermedades que se han relacionado con un consumo frecuente de este tipo de alimentos. Los expertos coinciden en señalar que es prácticamente imposible encontrar un producto ultra procesado bueno para la salud, ya que suelen tener grandes cantidades de sal, azúcar y grasa y su aporte nutricional es muy bajo. Para reconocer estos alimentos basta el hecho de que un producto tenga una gran cantidad de ingredientes esto es el indicativo de que se trata de un ultra procesado. Nos debemos fijar en la lista de ingredientes en la posición que aparecen; es importante recalcar que los primeros componentes son los más presentes. Estos alimentos están elaborados para promover su máximo consumo por lo que cuentan con características sensoriales con procedencia industrial, que estimulan el apetito de manera intensa. Están presentes en nuestro entorno abundantemente y de manera muy accesibles con una publicidad que se perpetua en nuestro diario vivir. Cuanto más ultra procesados consumimos, menos comida real está presente en nuestra dieta.
Se tiene la materia prima, que son aquellos productos que vienen directamente de su producción y que llegan al consumidor tras una mínima transformación: la leche fresca, el pescado del mar, las frutas, verduras u hortalizas. Luego tenemos los alimentos que se transforman a algo más y que serían los llamados procesados: como las pastas, pan, aceite de oliva, yogur, encurtidos, pan integral. Pero la matriz sigue siendo esa materia prima, porque, aunque estén procesados no han tocado la base del alimento. Pero los ultra procesados no tienen una matriz original. Ejemplo una galleta no es un alimento.
También debemos minimizar el consumo de zumos procesados y la bollería industrial debido a que la calidad de sus grasas es el factor responsable de su mala fama, pues en su gran mayoría la bollería industrial posee grasas trans que puede tener diferentes efectos nocivos en el organismo y ser más perjudicial que las grasas saturadas o el colesterol.
Las empresas de alimentos deben estar siempre mejorando el perfil nutricional de los productos que distribuyen, ofrecer una información transparente y responsable al consumidor e impulsar programas de educación nutricional y fomentar hábitos de vida saludables.
Los salvadoreños tienen derecho a una educación nutricional para no abandonar nuestra dieta tradicional y además para evitar el sedentarismo. No obstante, la obesidad, al ser un problema multifactorial, necesita un abordaje integral: toda la sociedad debe ser consciente de este problema y que es una enfermedad que puede ser minimizada. Con esta información no quiero decir que eliminemos completamente estos alimentos si no que se minimice su consumo. Debemos empezar a cocinar más, no significa pasar horas en la cocina, sino planificar el menú familiar con anticipación.
Se deben crear e implementar políticas alimentarias para proteger el derecho a la salud, con un enfoque específico hacia las personas que están vulnerabilidad, como lo son los niños, niñas y adolescentes. La publicidad, promoción y patrocinio de alimentos no saludables, el etiquetado de alimentos, las estrategias de comercialización y disponibilidad de dichos alimentos en diferentes entornos son precisamente factores que influyen en la problemática del sobrepeso y obesidad en niños, niñas y adolescentes, ya que inciden de forma directa en los patrones de consumo.
Es importante recalcar que muchos de estos productos ultra procesados los podemos encontrar a un bajo costo, mientras que los alimentos con alto valor nutricional son los más caros en los supermercados, siendo un factor importante la economía de las familias salvadoreñas, promover el desarrollo de las personas en todo aspecto es vital para el acceso a alimentos inocuos y nutritivos.
Directora de la Fundación Sonrisas y Amor para Todos.