Querido amigo y colega Chepe Zamora:
Te condenaron a 6 años por un cargo dudoso de lavado de dinero. Es la acusación preferida de los dictadorzuelos contra los medios incómodos. La usó Ortega para confiscar al periódico La Prensa de la familia Chamorro su imprenta y todas sus instalaciones - y para mandar al exilio al medio digital Confidencial de otro miembro de la misma familia, Carlos Fernando Chamorro. Con interminables y arbitrarios investigaciones por supuesto lavado de dinero hostigaron Bukele, su ministro de Hacienda y sus fiscales a El Faro, hasta que este medio se viera obligado a trasladar su empresa a Costa Rica.
Pero los dictadores no ganan estas batallas. La Prensa de Nicaragua sigue ejerciendo su labor independiente y crítica como periódico en línea. Confidencial sigue operando desde el exilio y siendo un dolor de estómago para Ortega; y El Faro sigue publicando sus investigaciones incómodas sobre la corrupción del gobierno Bukele.
En el caso contra vos, en Guatemala, parece a primera vista haber sido más exitosa la estrategia de persecución: Lograron sacar de circulación tu diario El Periódico y luego quebrarlo para evitar que siga operando con ediciones digitales. Y lograron mandarte a la cárcel por seis años. Pero si es un triunfo, es uno muy costoso. Ante los ojos del mundo, la fiscalía fracasó con toda su batería de acusaciones, por las cuales solicitó mandarte a la cárcel por 40 años.
Fracasó también ante los ojos de los jueces: Ellos rechazaron la mayor parte de las absurdas acusaciones contra vos, como tráfico de influencias y chantaje. Y respecto al lavado de dinero, optaron por darte la sentencia mínima posible de 6 años.
Además, el tribunal absolvió y liberó a la exfiscal Samari Gómez, que en el mismo juicio fue acusada de haber filtrado información a El Periódico, la cual sirvió para destapar la escandalosa corrupción del presidente Giammattei, el famoso caso de “La trama rusa”.
Lograron mandarte a la cárcel, pero es una victoria pírrica: Quedaron derrotados el presidente Giammattei y su nefasto jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad, Rafael Currochiche, quien llegó a este peligrosamente poderoso cargo para proteger y blindar a Giammattei, luego de una purga, que mandó a los mejores fiscales e investigadores de esta
unidad a la cárcel o al exilio.
Vos derrotaste al presidente y su fiscal literalmente con las manos atadas, moralmente, políticamente y también jurídicamente. Cualquiera lo podía ver, cuando todos salieron de la sala de audiencia: los fiscales histéricos, amenazando a los jueces, vos como siempre: tranquilo, erecto, elegante, digno.
Sos un sobreviviente que nunca se rinde. Estás sujeto a persecución desde hace décadas, a manos de un desfile de presidentes y fiscales corruptos. Te conocí hace casi 30 años, en el año 1994, cuando los que queríamos fundar en El Salvador el periódico de la postguerra y de la transición democrática te visitamos en Guatemala para pedirte consejos.
Fuimos Horacio Castellanos Moya, Miguel Huezo Mixco y este servidor. Tú nos recibiste y compartiste generosamente tu experiencia. Tu principal consejo: Sepan en qué se van a meter, si hacen un periódico investigativo. Y nos contaste que permanentemente tu casa y tus oficina estaban bajo vigilancia y sus teléfonos intervenidos. O sea, te tienen en la mira desde entonces y necesitaron más de 30 años para mandarte a la cárcel y cerrar tu periódico.
Desde esta advertencia tuya tengo conciencia de cuál puede ser el precio de ejercer nuestra profesión de periodista, analista y escritor de manera independiente y crítica. Es un desafío profesional y ético, que hombres como tú, Carlos Fernando, Sergio Ramírez y muchos otros no podemos evadir. Mucho menos negociar.
Verte a ti, con las manos atadas, desafiar y derrotar al poder sucio, nos da a todos la fuerza de seguir haciendo nuestro trabajo.
Un gran abrazo, Paolo Lüers