El ministro de Trabajo, Rolando Castro, confirmó durante una entrevista matutina en la Telecorporación Salvadoreña (TCS) que el proyecto de reforma al Sistema de Pensiones podría aprobarse antes de que finalice el año.
Lo anterior ya había sido adelantado por diputados de la bancada oficialista y, de hecho, el jefe de fracción, Christian Guevara, afirmó que será un "regalo de navidad", un término también utilizado por Castro para describir la aprobación de la reforma.
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En este sentido, y más allá de todos los puntos que incluye el proyecto de reforma, que ya han sido cuestionados por abogados y economistas, el titular de Trabajo se refirió a uno de los puntos que más preocupa a los salvadoreños, como lo es la posibilidad de retirar un anticipo del 25% de los ahorros de los trabajadores.
Según el funcionario, los cambios que se aplicarán a la ley actual no contemplan que esa posibilidad siga manteniéndose, por lo que un trabajador que necesite ese dinero no podrá optar por retirarlo.
Según Castro, la principal razón por la que ese anticipo dejará de existir es porque "fue un concepto populista cuando se aprobó ya que no dijeron cuáles serían las implicaciones previsionales".
Esas implicaciones se refieren que la ley actual señala que si un trabajador hace uso de ese anticipo deberá reintegrarlo, ya sea con pagos o con más años de trabajo, a la vez que le resta liquidez al sistema, algo que incluso ha sido calificado por sectores como la Mesa de Trabajo por una Pensión Digna como "un dulce envenenado".
No obstante, la reforma que plantea el gobierno también ha sido catalogada como populista, tanto por abogados como por la misma Mesa.
Esto porque uno de los cambios que contempla es aumentar la pensión mínima a $400, por lo que las personas que cotizan y ganan el sueldo mínimo ($365) se enfrentan a la promesa de recibir pensiones incluso mayores a su salario actual.
Esta medida, según el fundador de la organización, Patricio Pineda, va detrás de intereses electorales de cara al año 2024, pues ese año habrá elecciones legislativas y presidenciales.
En este sentido, el representante de la Mesa considera que la idea es atraer el voto de las casi 600,000 personas que ganan el salario mínimo en el país. "Esa cantidad de votos significa media presidencia", apunta.
En este caso, el economista Rafael Lemus dijo recientemente a El Diario de Hoy que esos aumentos harán que colapse el sistema en el futuro, pues “harán crecer los gastos y en algún momento esos gastos superarán las cotizaciones en una primera etapa y agotarán la cuenta de Garantía Solidaria, esa se irá rápido”, algo que refleja que la propuesta de reforma no toma en cuenta el tema de la sostenibilidad en el propio sistema.