El presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Douglas Rodríguez, afirmó este jueves en una entrevista televisiva que el principal factor que ha impulsado el crecimiento económico, por lo menos hasta el tercer trimestre del año pasado, ha sido “la mejora en la seguridad”, lo cual está directamente vinculado con el Plan Control Territorial y el régimen de excepción en el país.
Según el funcionario, esa mejora ha provocado que las empresas ya no paguen extorsión a las pandillas, lo cual ha impulsado la inversión. Sin embargo, en términos numéricos son otros los factores que han empujado ese crecimiento.
Hasta septiembre de 2022, según los datos de esa institución, la economía del país creció en un 2.2%, lo que podría aumentar hasta el 2.8% según las proyecciones para los datos finales del año que se consolidarán hasta marzo.
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Esta cifra, según la directora ejecutiva de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Leonor Selva, coincide con las proyecciones que hicieron en su momento organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
No obstante, la representante del sector empresarial hace énfasis en que ese crecimiento, aunque bajo, ha sido gracias a las exportaciones y las remesas, a los que llama “los dos motores estructurales del crecimiento en El Salvador” debido al gran porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) que ocupan.
Similar opinión tiene el economista Rafael Lemus, quien recalca que, pese al lento crecimiento que tuvieron este año, son las remesas las que más ayudan a que la economía crezca, así como las exportaciones.
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Al revisar los datos oficiales del BCR, a noviembre de 2022 las exportaciones ya suman $6,807.2 millones, una cifra parecida, aunque inferior, a los $6,981.7 millones que suman las remesas.
Entre ambas cifras, que totalizan más de $13,788 millones, representan hasta un 47.9% del PIB total que se registró en 2021, cuando fue de $28,736.9 millones, y aún con los datos de diciembre pendientes de consolidar.
Crecimiento exponencial
De hecho, el aporte que tienen estos dos rubros en la economía puede notarse si se observa el comportamiento que han tenido entre los meses de enero y noviembre de los últimos 12 años, es decir, desde 2010, pues en el crecimiento ha sido exponencial, así como el aumento en el porcentaje con respecto al PIB.
Solo en 2021, con los datos finales, las remesas y exportaciones representaron casi un 50% del PIB al totalizar más de $14,193 millones.
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Lemus señala que relacionar el crecimiento económico con los planes de seguridad del gobierno es una instrucción del Ejecutivo. A criterio de este experto, atribuir ese aumento en el PIB a la baja en el número de extorsiones es “estirar el beneficio” que tienen esos aspectos de seguridad.
Pese a que sí ha ayudado a la economía el reducir el número de extorsiones, no es suficiente para tener tal impacto en la actividad económica del país.
Selva añade que “si la mejora en seguridad se vuelve sostenible y permanente, sí podría permitirnos dinamizar la economía”, es decir, que crezca a un ritmo más acelerado.
Además, Lemus subraya que aunque los comercios hayan dejado de pagar extorsiones, el alto índice de inflación ha provocado que esa estadística sea opacada, pues el no pagar la denominada renta no compensa el alza de precios en los bienes y servicios en el país.