En zonas como Nejapa ocurre una práctica comercial peculiar, pero que no está permitida: varios ciudadanos compran varios galones de combustible que depositan en bidones y luego lo revenden a motociclistas y moto taxistas a quienes les queda muy lejos una estación de servicio autorizada.
El aumento en el combustible anunciado este lunes también se aplica y se traslada al consumidor final.
“Cuando aumenta la gasolina tengo que subir el precio del pasaje y la gente no lo quiere pagar”. Son las palabras de Elías un mototaxista que llegó a un puesto de venta de gasolina de Nejapa en San Salvador. En el municipio no hay gasolineras y las más cercanas están a más de 5 kilómetros desde el centro de casco urbano.
Uno de estos vendedores es Elmer, de 40 años de edad, que explica que la iniciativa nació luego de que un amigo que maneja mototaxi le diera la idea en 2019, y se potenció cuando la pandemia comenzó. “Deme un galón”, es la solicitud que los clientes le hacen a Elmer fuera de su vivienda y son los mismos conductores quienes se encargan de colocarle las gasolina a través de un embudo y una manguera.
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“El incremento de la gasolina nos afecta y más que ya entra una nueva subida, pero prefiero venir aquí y no salir del pueblo a gastar gasolina yendo a otra gasolinera lejos de Nejapa”, dijo otro mototaxista.
En la ciudad de Nejapa solo hay dos coaster y dos buses que circulan en pueblo por lo cual las mototaxis son el transporte más demandado. En una capacidad de un poco más de galón y en la tienda esta medida costaba ayer $4.20 y sube dependiendo del precio en el mercado. Elmer ve con preocupación el aumento de $0.15 que tendrá el combustible a partir de este 22 de febrero por lo que tendrá que elevar el precio.
Omar Castillo, un agricultor de Nejapa, siempre se moviliza en motocicleta y llega hasta otro puesto de venta de combustible en las afueras de la ciudad para aprovechar el precio. Según dijo su motocicleta siempre tiene gasolina y solo le pone un galón y en la tienda le pone la misma cantidad. “La idea es siempre andar gasolina. Yo prefiero quemarla en el campo y no manejando varios kilómetros en carretera para ir a buscar gasolina”, dijo echándose una carcajada mientras llena su tanque por el que pago $4.
La gasolinera que está más cercana está en Quezaltepeque en donde hasta este día tiene el precio de entre los $4.17 y los $ 4.20
Una práctica no permitida por las autoridades
Pese a que muchas personas compran gasolina trasegada, como en el caso de Nejapa, esta no es una práctica autorizada pues de acuerdo con la Ley de hidrocarburos solo le da esta facultad a empresas distribuidoras certificadas que cumplen con una serie de requisitos para almacenar y distribuir este carburante. Por ser un producto inflamable, las empresas deben seguir un protocolo determinado. Quienes venden este producto de manera ilegal se arriesgan a un mal manejo que podría llegar a generar una explosión.