Iniciar un negocio cuando no se tiene mayor conocimiento sobre ello, y además con los pocos recursos económicos que aún tenía era una difícil decisión de tomar, para Cristina Anabel López.
Cristina, al igual que muchas personas, se quedó sin empleo en 2020, en el contexto de la pandemia del covid-19; fueron momentos duros, desesperación, incertidumbre de qué hacer, pues tenía que sacar adelante a su pequeño hijo, así que cruzarse de brazos no era opción.
“Me quede sin empleo y necesitaba un ingreso para sacar adelante a mi hijo apoyar a mi familia, además es un sueño que tenia desde hace muchos años, de tener un negocio propio y que me genera no solo ganancias si no que también satisfacciones”, comenta Cristina.
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Por lo que en marzo de 2021, tomó la decisión y estimó un poco de sus recursos, “no eran ni $70”, para comprar ropa americana nueva con y sin viñeta e iniciar con un negocio de venta de ropa en línea al que bautizó como Kikis Boutique.
“Al inicio fue una decisión difícil ya que no había oportunidad de equivocarme, invertir lo único que tenia no fue fácil pero mi apoyo fue mi familia y mi inspiración, mi hijo y mi guía espiritual San Romero como intercesor ante Dios. Se dio el día y la oportunidad y dije aquí voy y hasta este día puedo decir es una de mis mejores decisiones”, expresa con emoción.
El día que hizo la primera compra de sus productos para vender, fue el de mayor incertidumbre, Cristina se preguntaba en la casa proveedora “¿Qué hago aquí? Pase años en la universidad y esto no necesitaba mi sacrificio y mis desvelos en la universidad”, recuerda.
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Dejó de titubear e hizo la inversión, llegó a su casa, le tomó fotografías a sus productos y creó su página en facebook y a los cinco minutos ya tenia tres clientas comprando, relata.
“Lo que me pareció extraño, es que las tres eran entregas en Santa Tecla, las tres compraron sin preguntar nada solo dijeron ‘quiero esas blusas’, me asuste y pensé ‘aquí pasa algo’ y sí pasaba algo: era Dios diciéndome sigue… Y seguí bajo esa guía y luz, nunca más esas clientes pidieron de nuevo, nunca supe si les gusto o no”, recuerda
Kikis Boutique tiene una peculiaridad
Kikis Boutique tiene una peculiaridad, solamente vende talla plus (desde la L hasta la 5Xl o mas), ya que según nos comenta Cristina, esa es su talla y muchas veces le costaba encontrar un diseño que le gustara en esa medida.
“Es un sueño que tenia desde niña, me gustaba mucho ir a almacenes y ver ropa y mas que todo me gustaba la asesoría, soy talla plus y sé las limitantes que tenemos al encontrar ropa, no todos los almacenes venden talla grande, y pensé que era una oportunidad para buscar tallas que eran difíciles de encontrar”, expresa.
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Crecimiento
Desde el inicio a la fecha el negocio de Cristina ha tenido un crecimiento del 50%, con mucho trabajo, esfuerzo, disciplina, explica ya que muchas veces “en esto se va coyol quebrado y coyol comido, pero en el 2021 me sostuve solo con la tienda, tratando de aumentar clientes, y aunque se logra, luego otros se van, esto así es y como cualquier negocios hay días buenos y días malos”, expresa.
A la fecha Kikis Boutique tiene casi 1,200 seguidores.
“Tengo clientas en todo el país, y cada una de ellas son especiales para mi, les he puesto cariño y con algunas ahora somos hasta amigas, y donde mas tengo clientes es en San Salvador, Jiquilisco, Morazán, Santa Ana y San Miguel”, detalla.
La entrega de los productos es bajo tres dinámicas: personalizada en domicilios, lugares de trabajo o centros comerciales; la otra es entregas departamentales con servicio de mensajería con encomendero (costo del envío $1 por prenda) y entregas en Metrogalerias en casillero (costo $0.25).
Por el momento, Kikis también le genera ingresos a la persona encargada de llevar las encomiendas que cobra por envío y a la persona responsable de preparar la ropa de forma presentable, toma de fotografías entre otras actividades que genera el negocio, detalla Cristina.
Según comenta la emprendedora su proyección es llegar a tener un espacio físico para brindar asesoría personal y presencial a sus clientas.