Fueron 11 medidas las que anunció el presidente Nayib Bukele la noche del jueves, las cuales están encaminadas a hacerle frente a las afectaciones de la inflación mundial en el país, sin embargo, economistas consideran que de todas esas medidas, solo algunas tendrán un verdadero impacto positivo en la población.
Así lo resumió el economista Rafael Lemus en su cuenta de Twitter, en la cual señaló que solamente tres de las medidas son reales, es decir, la suspensión del impuesto para el Fondo de Estabilización para el Fomento Económico (FEFE), que reduce $0.16 al galón de gasolina y la suspensión del impuesto para la Contribución al Transporte (Cotrans), que reduce $0.10 al combustible.
Estas dos medidas, ambas temporales (3 meses), junto a la suspensión durante un año de los impuestos arancelarios a la importación de hasta 20 productos de la canasta básica son las únicas que, según Lemus, tendrían un beneficio palpable para los salvadoreños.
Las demás propuestas incluyen una serie de puntos relacionados con inspectores de precios de los hidrocarburos, del gas propano o del pasaje en el transporte público de pasajeros.
Otro de los puntos que también podría considerarse de beneficio real para la población es el tema del subsidio al Gas Licuado del Petróleo (GLP), mismo que desde hace años significa una ayuda estatal para más de un millón de familias salvadoreñas y que, desde septiembre de 2021, incrementó pues el gobierno entrega directamente otro subsidio a las empresas envasadoras.
A pesar de que esa medida no es nueva, sí puede considerarse como real dentro de los 11 puntos mencionados. Los demás, es decir, las inspectorías, no son muy efectivas en este contexto, según señaló el expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), Carlos Acevedo.
No obstante, Acevedo también advirtió que, si bien es cierto las medidas de suspensión del FEFE y del Cotrans son positivas, son medidas temporales que van a causar un “hoyo fiscal” en las finanzas públicas, por lo que sostiene que “habrá que ver cómo el gobierno compensa la reducción temporal en la recaudación de esas tasas”.
Con respecto a los aranceles a las importaciones de varios productos de la canasta básica, Acevedo también cuestionó cuál será la magnitud del beneficio, es decir, si serán solo centavos los que disminuirán en cada producto o si habrá efectos más significativos.
Sector agropecuario ve afectaciones
Por otro lado, el presidente de la Mesa Agropecuaria Rural e Indígena, Mateo Rendón, señaló que más que un beneficio, el sector agrícola del país se verá gravemente afectado con las medidas anunciadas por el gobierno, específicamente, la relacionada con la suspensión de aranceles a los productos de la canasta básica.
Dicha medida considera eliminar los impuestos de importación a a productos como el maíz, el frijol y el arroz, algo que lejos de beneficiar al sector va en detrimento de la producción nacional, según apuntó Rendón.
El presidente de la gremial afirmó que el sector está sorprendido porque no fueron tomados en cuenta dentro de las medidas para enfrentar los efectos de la inflación, sobre todo, porque desde hace más de una semana han advertido que el país podría caer en una crisis alimentaria si no se hace nada.
Dichas preocupaciones fueron escuchadas el pasado lunes por el exministro de Agricultura, David Martínez, sin embargo, éste fue destituido dos días después sin explicación alguna, a pesar de haber entablado compromisos con los productores para prevenir esa crisis.
Ante esto, Rendón espera que el nuevo ministro interino, Enrique Parada, tome en cuenta sus peticiones, pues el sector se encuentra siendo afectado por el encarecimiento de los insumos agrícolas y temen que la producción de granos no sea igual que en años anteriores.
Por ello aclara que las peticiones de los productores no estaban encaminadas a que el gobierno importara más granos básicos. “Es una lástima que lejos de incentivar a la producción nacional anuncie suspensión de aranceles a las importaciones”, agregó el representante de la gremial, a la vez que concluyó en que esa medida “solo beneficiará a los importadores (...) viene a estrangular a la agricultura salvadoreña”.