Para reparar sus viviendas, pagar educación de sus hijos, salir de deudas y tener un colchón para pagar la casa propia que desean con el 25%. Estas son algunos de los anhelos que por los que decenas de cotizantes hacen fila todos los días en las oficinas de AFP Confía y Crecer en San Salvador.
Una de ella es Rina Flores que llegó a su AFP para solicitar una cita y asesorarse para intentar sacar una parte de sus saldo de jubilación.
Mientras hacía la fila contó que este retiro es un auto préstamo que se hará debido a que no quiere perder ese dinero, pero uno de sus tres hijos quiere ir a la universidad para estudiar ingería en computación en una institución privada por lo que supone los gastos de su familia se elevarán.
Flores tiene 43 años de edad y comenzó a trabajar y a cotizar cuando apenas tenía 18. “Esto de solicitar el 25% como anticipo es un riesgo y un beneficio al mismo tiempo porque es dinero que servirá para lo inmediato, pero cuando ya se jubile uno tendrá menos dinero. Tendría que reponerlo después”, dijo con un tono de preocupación.
Como Rina, hay más de 108,136 trabajadores que desde que se aprobó este beneficio en 2017, han retirado su anticipo de saldo de pensión para sufragar gastos personales.
Según datos confirmados por la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos), la mitad de estas solicitudes, es decir, más de 54,000, se hicieron solo en 2021, un año en el que hubo una mayor recuperación económica tras la pandemia, pero que también ha traído consigo el encarecimiento de todos los productos y servicios para la población.
2021 fue, además, un año en el que miles de personas continuaron en las filas del desempleo después que las empresas para las que laboraban quebraran o redujeran personal.
La entrega de este dinero, ha significado un alivio para el bolsillo de estos trabajadores, pero también ha representado para las AFP un desembolso de $682.38 millones entre noviembre 2017 y diciembre 2021.
Y aunque estas empresas no tienen una estadística precisa sobre el motivo por el cual las personas retiran ese dinero, pues no es un dato que se solicite durante el trámite, los trabajadores piden este monto para saldar deudas, pagar gastos médicos o hacer una inversión para mantener sus ingresos.
Y si se toma como referencia el número total de casos atendidos y el monto total desembolsado, el promedio de dinero entregado a cada trabajador ha sido de $6,310.
La ley indica que los trabajadores pueden solicitar un máximo de 25% de su saldo de pensión, pero son los afiliados quienes deciden si solicitan menos de ese porcentaje pues este tendrá que ser reintegrado una vez se cumplan con los requisitos de jubilación.
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Sí hay que regresarlo
Asafondos explica que además, este dinero solicitado con anticipación debe reintegrarse cuando la persona ya cumpla con los requisitos para jubilarse (55 años, mujeres y 60 años los hombres, más 25 años de cotización). Su reintegro debe hacerse ya sea en efectivo o aportando más años de trabajo, para cubrir el monto que se obtuvo antes de pensionarse.
Según una reforma de abril del año pasado, solo estarán exentos de devolverlo aquellas personas que no estén empleadas en ese momento o que tengan alguna enfermedad o discapacidad que les impida trabajar.