Enero se consolidó como el noveno mes al hilo en el que la inflación en el país se mantiene por encima del 7%, una cifra que no se veía desde que se implementó la actual fórmula de cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), en 2009.
Este aumento sostenido, que comenzó a notarse desde mediados de 2021, provocó que los alimentos y bienes en general, incluyendo los servicios, experimentaran fuertes alzas, sin embargo, es la comida que compran y consumen las familias salvadoreñas la que más subió de precio de entre todos los rubros que se toman en cuenta para determinar el índice inflacionario.
Puntualmente, la inflación en enero se colocó en 7.03%, una cifra que es menor al 7.32% con el que cerró 2022 y mucho menor que el 7.76% registrado en junio, pero que sigue bastante alta en el contexto económico actual.
En este sentido, el rubro de los alimentos, específicamente llegó a un aumento del 12.22%, lo que se refleja en los precios de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), tanto para el sector urbano como el rural, pues el dato más reciente (hasta diciembre de 2022) la coloca en más de $240 y $181, respectivamente.
Esto quiere decir que una familia de unos cuatro miembros debe destinar buena parte de sus ingresos para poder alimentarse.
También: "Hay pocas posibilidades de que el gobierno vuelva a subsidiar los combustibles"
No obstante, los alimentos no son el único rubro que ha subido en el contexto de la inflación, pues si se observan los demás, el de los bienes y servicios diversos, que incluye servicios personales como peluquería, salones de belleza, etc., también ha tenido un fuerte aumento, habiendo llegado al 10.03% el mes pasado.
Por su parte, los productos como muebles o artículos del hogar también tuvieron un importante aumento, con, 7.13%, mientras que la recreación y cultura, y los restaurantes y hoteles tuvieron un aumento del 5.84% y 7.26%, respectivamente.
2023, un año difícil para el empleo
Más allá de la inflación en el país, el 2023 podría ser un año mucho más difícil para el país en términos económicos, de acuerdo con las proyecciones de crecimiento de la economía que han publicado en las últimas semanas distintos organismos como la ONU o el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En este sentido, un punto que podría afectar directamente a los salvadoreños es el del empleo, según señaló ayer el economista Mauricio Choussy durante una entrevista televisiva en el programa Frente a Frente.
Lo anterior debido a que en el país ya se ven indicios de una desaceleración en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que viene dado por la situación económica mundial y una posible recesión en Estados Unidos.
Podría interesarle: Asamblea aprueba que reclamos laborales menores a $1,095 sean en proceso abreviado
El economista apunta que si bien es cierto una recesión puede notarse en la pérdida de empleos, una desaceleración puede notarse en una dificultad para encontrarlos, por lo que añadió que “con esta desaceleración económica será más difícil encontrar empleo en el país”.
Los datos del Banco Central de Reserva (BCR) sostienen que el 2022 podría haber cerrado con un crecimiento del 2.8% del PIB, y aunque el dato final aún no ha sido publicado, reflejaría una cifra muy baja con respecto a los números con el que cerró el 2021.
Y, de hecho, el cierre del 2023 podría ser incluso más bajo en términos de crecimiento, pues aunque el BCR calcula que podría ser de entre 2% y 3%, la ONU y el FMI no proyectan un aumento en el PIB de más allá del 1.7%.
¿Pero porqué impactará a los empleos una posible recesión en Estados Unidos? En caso de que ese escenario ocurra, las consecuencias podría notarse en el país debido a que depende mucho de las remesas que envían los salvadoreños y porque ese país es el principal destino de las exportaciones nacionales.
Con esa caída en esos dos puntos de mucha importancia dentro del PIB nacional, la actividad económica podría desacelerarse aún más. Según Choussy, sus proyecciones de crecimiento para este año son de alrededor del 1.3%.