Los precios altos de los alimentos no dan tregua a la población del país. Basta con ir a un mercado o supermercado para sentir el látigo en el bolsillo a la hora de comprar lo más básico para comer.
Una familia de cuatro miembros en la zona urbana del país gasta en promedio casi $260 para suplir la canasta básica, y un hogar en el área rural, también de al menos cuatro integrantes, debe disponer de poco más de $192 para sus alimentos, según los datos del Banco Central de Reserva (BCR) hasta septiembre de 2023.
Eso implica que un grupo familiar en el área urbana gastaría al día en la comida de cuatro personas un promedio de $8.58, pero si hay más miembros ese costo se incrementa.
Y si viven en la zona rural el gasto promedio diario para cuatro miembros sería de $6.40, aunque por lo general las familias en el interior del país son más numerosas.
Estos datos toman otra perspectiva si se tiene en cuenta que el salario mínimo para el sector agricultura es de $243.46 y para el sector comercio, servicios e industria es de $365 al mes.
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Al hacer una revisión del costo de la canasta básica urbana en enero de este año, se observa un incremento de $12.58 en solo nueve meses, pues su precio promedio era de $245.02, luego en febrero y marzo rondaba los $249. Y aunque en abril y mayo bajó a casi $248, a partir de junio ha tenido incrementos significativos mes a mes.
En septiembre de 2022, la misma canasta alimenticia urbana costaba $237.89, es decir que en un año ha subido $19.71.
Mientras que el precio de la canasta básica rural ha incrementado $7.01 entre enero y septiembre de este año, pues costaba $185.26, pero desde febrero osciló entre $187 y $189; el mes que más se elevó su costo fue en julio, cuando rondó los $194.
En cambio, en septiembre de 2022 la canasta en la zona rural costaba $173.97, lo que significa que en un año subió $11.29 para las familias del interior del país.
Ambas canastas están formadas por 11 categorías de productos alimenticios como: carnes (incluye de aves, res y cerdo); grasas (aceite, margarina, manteca vegetal); frutas (naranja, guineos, plátanos); verduras (papa, chile verde, tomate, cebolla, güisquil y repollo); huevos, leche, azúcar, frijoles, arroz, pan y tortillas.
La inflación se mantiene alta en alimentos
En contraste con la realidad que viven los consumidores día a día cuando van a comprar alimentos, el Banco Central informó este miércoles que el índice de inflación bajó al 2.66% en octubre, lo cual hace que vuelva casi a los niveles que tuvo en junio de 2021.
Sin embargo, el mismo índice refleja que los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas siguen siendo altos, con una tasa que duplica la del índice de inflación general.
De acuerdo con los datos oficiales, en enero de este año el Índice de Precios al Consumidor (IPC), mediante el cual se mide la inflación, era de 7.03% y en los meses siguientes mantuvo un descenso mes a mes. Desde junio de este año se había mantenido arriba del 3%, pero el mes pasado cayó a su cifra más baja en lo que va de 2023.
La tasa que alcanzó la inflación en octubre de este año se asemeja a la que se tenía en junio de 2021, cuando era del 2.59%. A partir de ese mes, comenzó a subir de forma vertiginosa hasta casi rondar el 8% en junio de 2022. Y en octubre del año pasado estaba al 7.47%.
Pero a pesar de que los números indican que la inflación va cediendo, de los 12 rubros que mide el gobierno, el de alimentos es de los que sigue apretando el bolsillo de los salvadoreños, pues en octubre llegó al 5.91%, lo que representa una mínima baja respecto a septiembre cuando fue del 5.98%. Es decir, que la inflación en los alimentos es más del doble de la medición total.
De acuerdo al informe de alimentos que publica el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), los granos básicos han tenido fuertes alzas en lo que va del año.
Por ejemplo, en enero el quintal de frijol de seda importado costaba $90 el quintal y $1.00 por libra, pero el pasado 7 de noviembre valía hasta $108 el quintal y $1.25 por libra.
Asimismo, el frijol de seda nacional estaba a $88 el quintal y $1.00 por libra en enero, pero ya en noviembre su precio era de hasta $115 por quintal y $1.25 por libra.
En el caso del frijol tinto importado valía $86.5 el quintal y $0.90 por libra a inicios de año, mientras que en noviembre había subido hasta $102 el quintal y $1.20 la libra.
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Y el frijol tinto nacional estaba a $83 el quintal y a $0.90 la libra, pero hasta el pasado 7 de noviembre el quintal había subido a un máximo de $108 y la libra a $1.20.
En tanto, el maíz blanco costaba en enero $28.7 el quintal y $0.35 la libra, pero 11 meses después cuesta hasta $31 el quintal.
En cambio, el arroz ha mantenido su precio, pues el quintal del importado estaba a $46 en enero y $0.50 por libra y en noviembre era el mismo costo. Y el arroz nacional costaba $48 el quintal en enero y $0.55 por libra y en la primera semana de este mes bajó a $46.
El otro rubro que sigue con precios altos a los consumidores, según el IPC, es el de hoteles y restaurantes con una inflación del 6.67%; también el de bebidas alcohólicas y tabaco con un 3.50% y salud con el 2.88%.
Rubros con menos inflación
En tanto, los rubros que disminuyeron son el de alojamiento, agua, electricidad y gas, cuya tasa bajó al 0.64% desde el 1.35% que tenía en septiembre.
Esto podría estar relacionado al subsidio de las tarifas de energía que, luego de anunciarse que habría un incremento del 9% desde mediados de octubre, el gobierno retrocedió y avaló una subvención del 14% por tres meses.
Asimismo, el rubro de transporte refleja una reducción en la tasa de inflación y pasó del 2.05% en septiembre al 0.30% en octubre. Esto también estaría ligado a la baja en los precios de los combustibles en las últimas quincenas.