"El estafador de Tinder" es el documental del momento en Netflix. En él se relata cómo varias mujeres fueron engañadas por Simon Leviev, un hombre israelí que por varios años logró estafarlas enamorándolas primero a través de Tinder y luego pidiéndoles dinero y tarjetas de crédito cuando ya las conocía. Según The Times of Israel, entre 2017 y 2019 supuestamente estafó un estimado de $ 10 millones.
Pero más allá de la búsqueda del amor por internet, el documental muestra cómo funciona el Esquema Ponzi, una práctica muy antigua que lleva su nombre por Carlos Ponzi, un delincuente italiano que ideó esta trampa en la que muchos ingenuos siguen cayendo.
El esquema Ponzi no es más que una cadena de préstamos en serie, un modelo piramidal en el que el estafador pide un crédito a un "invesionista" y más tarde paga su deuda con el dinero que le ha dado su siguiente víctima.
Suele presentarse cuando una persona (natural o jurídica) presenta mucha rentabilidad a inversores. Al ver esta situación, las personas son convencidas para invertir o prestar su capital. Sin embargo, los intereses del dinero depositado o prestado son pagados con el dinero que invierten los nuevos clientes.
En el documental se muestra que Simon Leviev prestaba dinero a la primera chica a la que enamoraba para conquistar a una segunda con todo tipo de lujos. Esos lujos eran pagados por la anterior víctima, a quien le hacía creer que le devolvería mucho más del dinero que le había prestado.
Estafas amorosas superaron los $547 millones en Estados Unidos en 2021
Carlos Ponzi fue un delincuente italiano que estafó a distintas personas durante la década de 1920 en Estados Unidos. A lo largo de su vida, Carlo Ponzi estuvo en la cárcel al menos tres veces, todas ellas por delitos relacionados con fraude.
Archivos periodísticos lo documentan como un hombre estrafalario que vestía los mejores trajes y se desplazaba a bordo de los más lujosos vehículos, una vida similar a la mostrada en redes sociales por "El estafador de Tinder".
Ponzi vendía timbres postales fuera de Estados Unidos y obtenía un margen de ganancia gracias al tipo de cambio de las monedas extranjeras.
Más tarde, el dinero de este negocio le permitió abrir su propia compañía, Security Exchanges, con la que que ofrecía ganancias significativas a sus clientes, a cambio de una inversión inicial en la empresa. El dinero de un nuevo cliente era utilizado para pagar las ganancias prometidas a un inversor previo. El flujo de dinero se mantenía con la llegada de nuevos inversores.
El Estafador de Tinder: Ella es la única mujer que se salvó de ser engañada por Simon Leviev
Este mismo esquema fue utilizado por Bernie Madoff durante muchos años en en Estados Unidos. Considerado el Rey Midas de la estafa, Madoff defraudó con más de 65,000 millones de dólares a miles de clientes en todo el mundo. Madoff fue declarado culpable en 2009 y sentenciado a 150 años de prisión por once delitos federales relacionados con el esquema Ponzi.
Los crímenes de Madoff abarcaron más de cuatro décadas y afectaron a muchas figuras públicas y ejecutivos de la industria de la moda. Aquellos a los que defraudó en la industria de la moda incluyen a la heredera de L’Oréal, Liliane Bettencourt; el cofundador de Theory, Andrew Rosen; la modelo Carmen Dell’Orefice; el fundador de Nine West, Jerome Fisher; y la exeditora en jefe de Self, Alexandra Penney. Madoff también defraudó a personajes como el director de cine Steven Spielberg, el actor Kevin Bacon o la leyenda del béisbol Sandy Koufax, entre otros.
A la fecha miles de personas siguen cayendo en este esquema, conquistados por personas como Ponzi, que ofrecen millonarias ganancias por invertir en determinados productos financieros, que prometen alta rentabilidad en poco tiempo.