Pagar más por el recibo de la luz este mes es solo el reflejo tangible de un significativo aumento en el precio de la energía producida en el país que se ha mantenido constante desde hace un año y ya significa un 89 % de aumento respecto a enero de 2021.
Según el último informe a enero 2022 publicado por la Unidad de Transacciones (UT), el precio del Megavatio hora (MWh) pasó de costar $68.08 en enero 2021 a $129.24 en enero de este año, lo que significa un incremento del 89 % en un año.
El precio del petróleo, que encareció paulatinamente durante 2021, así como la combinación de la época seca que redujo la generación hídrica han provocado que el precio se disparara a ese nivel.
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Desde 2020 el precio del megavatio se había mantenido entre $65 y $80 y siguió así durante los primeros meses de 2021, pero desde marzo el precio comenzó a elevarse a más de $100 hasta que se redujo en agosto, precisamente cuando la generación hídrica permitió abastecer más la demanda nacional.
Nada menos en enero de este año la energía producida con búnker representó 14.99 % y, de hecho, superó a la hídrica que solo produjo 14.05 % de energía a base de la fuerza del agua.
Pero ahora que el precio del petróleo y gas han ido al alza desde finales del 2021, el precio de la energía ha vuelto a encarecer y el aumento puede ser mucho mayor en el próximo trimestre si continúa la guerra de Rusia contra Ucrania, desde donde se importa parte de este recurso fósil.
Y es que, de acuerdo al experto energético Carlos Martínez, catedrático de la Universidad de El Salvador (UES) en Ingeniería Eléctrica, el aumento en el costo de la energía se debe a que sigue siendo el petróleo el recurso que termina fijando el precio final.
Aunque hayan otros recursos renovables como la geotermia o la hídrica, en el mercado Regulador del Sistema (MRS), conocido también como Mercado de Oportunidades, el último recurso en generar energía y “despacharla” hacia la red es el petróleo y es su precio el que paga a los demás generadores.
En un día normal de operaciones la UT despacha primero la energía más limpia, es decir, la hídrica, la geotérmica, la solar, etc., y a medida que va creciendo la demanda de energía esta institución va despachando energía de otros recursos. El último recurso es el del petróleo, pues es el más caro, pero al entrar en juego el recurso térmico su precio define el pago que se le hará a las otras generadoras, aunque estas hayan sido más baratas.
“En El Salvador el precio de la energía eléctrica lo marginan los generadores térmicos que utilizan un derivado del petróleo (Fuel Oil), conocido como búnker. Una subida en el precio del petróleo afecta directamente el precio de la electricidad”, afirmó el experto.
Según el último informe energético a enero 2022 de la Unidad de Transacciones (UT), el 31.8 % de la energía generada se comercializó a través del Mercado de Oportunidades, que es donde se aplica este esquema de llegadas.
El resto de la energía despachada (68.2 %) ya tenía definido su precio por contrato, con lo cual las generadoras no pueden subir o bajar el costo de forma antojadiza.
La nueva tarifa de energía eléctrica será anunciada el 15 de abril, por lo que si la invasión rusa se agrava podría provocar un mayor aumento de este recurso. “Estimo que tendremos una nueva subida”, afirmó el especialista.
De ser así, este nuevo aumento se sumaría a otros recursos que han ido impactando el bolsillo de los salvadoreños y que han presionado la tasa de inflación al 6.5 %.
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Las gasolinas y diésel, el gas propano y todos los derivados del petróleo seguirían su curva ascendente también.
El experto en hidrocarburos Julio Villagrán no duda que el precio del galón de combustible llegará a los $5, si el barril del petróleo a nivel internacional sigue subiendo.
Planta de gas natural
Uno de los proyectos energéticos que se programaba reduciría este año el precio de la energía es una nueva planta de gas natural que está casi finalizada en Acajutla, Sonsonate.
La planta de gas natural construida por la empresa Energía del Pacífico (EDP), y que comenzará a operar próximamente, ha sido presentada como una de las alternativas para reducir el costo de la energía en El Salvador, pero su inauguración también podría verse retrasada por la invasión rusa en Ucrania.
Tras los ataques, la petrolera británica Shell, con quien Energía Del Pacífico ha firmado contrato para que le provea el gas natural, decidió esta semana romper lazos comerciales con Gazprom, la mayor compañía gasística de Rusia.
“Llegamos en mal momento con unos precios por las nubes”, afirmó Martínez, al referirse a este proyecto energético que comenzó en 2012.
Hasta el momento, Energía del Pacífico no se ha pronunciado por las implicaciones que traería esta decisión.
EDP ganó la licitación en El Salvador para construir una planta que tendrá una capacidad instalada de 378 MW (megavatios).
¿Minar Bitcoins ahora?
El encarecimiento de la energía elétrica tampoco es buen momento para una de las ideas más promocionadas por el presidente Nayib Bukele en los últimos meses: minar bitcoins.
“La decisión del gobierno de minar Bitcoin (BTC) derivando para ello energía geotérmica es cuestionable y moralmente obscena. El Salvador estaría destinando una energía barata, como lo es la geotermia, para minar BTC y estaría destinando la energía cara a las espaldas de sus ciudadanos. Eso, desde mi punto de vista, es imponer nuevos impuestos a los ciudadanos. Podemos llamarle impuesto ‘Minado BTC’”, dijo Martínez.
Debido a que el precio del kilovatio hora (Kwh) en El Salvador es muy caro, la generación de nuevos bitcoins resulta más caro que beneficioso para el país. Solo el año pasado, en 4 días en los que el gobierno anunció que había minado $269 en bitcoins representó un gasto de $4,672 “Definitivamente un mal negocio”, señaló el experto en energía, a través de Twitter en esa oportunidad.
El proceso de minado del Bitcoin consiste en el que los llamados mineros, mediante potentes equipos de computación, resuelven problemas matemáticos en la “blockchain” y quien lo hace más rápido recibe las nuevas criptomonedas generadas.
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El gobierno ha instalado un equipo de computación en la central geotérmica de Berlín, en Usulután, pero según Martínez, de ser así, esto también impactaría el precio de la energía para los consumidores, pues los mineros usarán energía renovable (y por ende menos cara) para hacer sus transacciones a costa de que entre en juego la inyección de petróleo al suministro diario y, con ello, el precio de la energía que pagan los salvadoreños incrementará.
“El costo de la energía en El Salvador es bastante más alto que el promedio mundial, entonces, en ese sentido no es tan competitivo para la minería del Bitcoin”, dijo en su momento Alvaro Trigueros, director del Departamento de Estudios Económicos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).
Para Trigueros, minar bitcoins estresaría al sistema eléctrico nacional.