La escalada de precios de las materias primas derivadas de un reacomodo económico tras la pandemia ha provocado que la canasta básica salvadoreña, tanto urbana como rural, haya aumentado entre $14 y $16 en el último año y ahora se vea amenazada con subir más debido al ataque de Rusia a Ucrania.
Según datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc), en un año la canasta básica urbana ha aumentado $14.19, ya que en enero de 2021 rondaba los $199.24 y en enero pasado alcanzó los $213.43.
En la canasta básica rural el aumento es mayor ( $15.45) ya que en enero de 2021 costaba $141.68 y a enero de 2022 cerró con $157.13.
Los mismos comerciantes en los mercados aseguran que todo ha subido de precio, desde los granos básicos hasta las hortalizas, carnes, mantecas, huevos, quesos, aceites y otros.
Además, productos esenciales como el gas propano y el combustible también han ido al alza.
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Este martes, nada menos, el Ministerio de Economía confirmó un nuevo incremento en el precio del gas propano vigente en marzo.
Solo en el último año el incremento promedio en los precios del gas equivale a un 37.4 %, es decir más de $4 de alza desde 2021.
Por el lado de los combustibles, desde la semana pasada los salvadoreños pagan hasta $4.41 por galón de gasolina y la proyección de los especialistas es que subirá mucho más en los próximos meses, lo que impactará nuevamente en el precio de la canasta básica.
Según el economista senior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Ricardo Castaneda, las proyecciones en cuanto a precios de los combustibles que se mostraban previo al conflicto entre Rusia y Ucrania eran al alza, pero ahora con el impacto del ataque el panorama empeora.
“Las repercusiones económicas serán grandes en los diversos países y las expectativas que se proyectan es que los precios de los combustibles aumentarán más y que puede haber escasez en ciertos productos, particularmente hay que prestarle atención al tema de los fertilizantes para granos básicos”, indicó.
El economista detalló que en enero El Salvador cerró con una inflación de 6.5 %. “Este valor es el más alto desde que se había dolarizado, porque una de las características de la dolarización era que la inflación se mantenía en tasas bajas de entre 1% y 2%, pero desde el año pasado la tendencia ha sido al alza y más allá de los números, las personas lo están sufriendo en carne propia, porque no estamos hablando de aumentos de precios de productos de lujo, sino de productos básicos”, aseveró el especialista.
La amenaza de una estanflación
El representante del Icefi señaló, además, que uno de los riesgos que amenaza por toda la coyuntura es que se dé una estanflación, lo que consiste en que al alza de precios y escasez de materias primas se le suma incremento en las tasas de desempleo y el estancamiento del crecimiento económico.
“El mayor temor que tengo es que a nivel mundial y, particularmente, en El Salvador se dé un fenómeno que se llama estanflación, que consiste en que la economía se contrae, aumenta el desempleo y también aumentan los precios de los productos, eso pudiera ser muy peligroso y sobre este aspecto es importante que desde el gobierno salvadoreño se tenga con claridad cuáles serán las medidas que se adoptarán”, advirtió.
Castaneda puso como ejemplo de una medida paliativa que el gobierno de Costa Rica anunció a sus habitantes, hace pocos días, la decisión de reducir el impuesto a los combustibles para ayudar a su población a lidiar con los aumentos de precios a nivel internacional, porque ya proyectaron que seguirán al alza.
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Urgen medidas en El Salvador
El también economista Luis Membreño opina en la misma línea y sugiere que el gobierno salvadoreño debería crear un comité de crisis en el que junto con la empresa privada elaboren medidas que alivien de alguna manera la presión económica que viven los salvadoreños.
“El conflicto Rusia- Ucrania provocará una desaceleración mundial, generando una inflación más alta y por más tiempo, empujando a algunos países a una recesión. El Salvador debería de analizar la situación y sus amenazas, a través de un comité de crisis que tome en cuenta a la empresa privada y de igual forma analizar las oportunidades”, explicó Membreño.
Para Castaneda es vital que ya el gobierno esté trabajando en esas medidas para aliviar un poco la presión económica que viven los salvadoreños.
“Ojalá desde el gobierno estén haciendo un análisis adecuado sobre cuáles pueden ser algunas implicaciones que pueda enfrentar el país, pero más importante es cuál es el anuncio de las medidas a tomar…”, señaló el economista del Icefi.
Buscar oportunidades
Por su parte, el analista político y económico Carlos Vela dijo que es importante que se vean las oportunidades que pueden aprovechas los países en medio de esta crisis.
“Se oye feo, pero algunos países podrían sacar ventaja de la coyuntura bélica. Si El Salvador tuviera una buena producción agrícola tendría esa ventaja; si tuviéramos una economía mucho más robusta y mucho más inteligente podríamos sacar ventaja, si por ejemplo tuviéramos una buena producción de granos podríamos exportarlos”, consideró Vela.
Membreño también hizo énfasis en que “el gobierno salvadoreño debe ver las oportunidades que tiene en conjunto con el sector privado, para suavizar el impacto económico.
Sin embargo, en ese mismo punto lamentó que el gobierno de El Salvador no tenga, actualmente, buenas relaciones con EE.UU., ya que eso le genera desventaja para poder levantarse económicamente y señaló además que pensar que los bonos Bitcoin salvarán las finanzas públicas del país es muy arriesgado por la alta volatilidad del criptoactivo.