Las necesidades de financiamiento a las que se enfrentaría el país para el período fiscal de 2023 son más altas que la brecha que anunció recientemente el gobierno en el marco del proyecto del Presupuesto del próximo año, el cual calcula en unos $472 millones.
En el documento completo que ha publicado el Ministerio de Hacienda, específicamente en el apartado relacionado con los ingresos totales, puede observarse que solo en tema de adquisición de deuda, el Ejecutivo proyecta unos $1,914 millones, los cuales provendrían de distintos préstamos, lo cual significa que la brecha real es unos $1,442 millones más alta.
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Lo anterior, además, resulta algo confuso, pues días después de que el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, presentara el proyecto presupuestario en la Asamblea Legislativa, volvió a presentar una solicitud para adquirir deuda equivalente a $1,139 millones, los cuales incluirían los $472 millones de la brecha proyectada más unos $667 millones correspondientes al saldo del Bono 2023, el cual el gobierno debe pagar en enero del próximo año.
En este sentido, el economista Rafael Lemus explica que, dentro de ese financiamiento que proyecta el Ejecutivo de $1,914 millones, estarían incluidos los $472 millones de la breca, y también otros préstamos que no son considerados como parte de esa diferencia para cubrir el presupuesto debido a que obedecen a contratos ya suscritos con distintas entidades financieras.
Por este motivo, el gobierno ya considera esa deuda como ingresos, pues básicamente, es dinero que ya está seguro pese a que agrega más obligaciones de pago al país para los próximos años.
“Brecha y financiamiento no son conceptos iguales; la brecha es el dinero que le hace falta al gobierno conseguir, es el financiamiento que aún no tiene claro de dónde lo va a tomar y tendrá que salir a buscarlo el otro año”, aclara el economista.
Con respecto a esa diferencia que hay entre los $472 millones y los $1914 millones que proyecta el gobierno en financiamiento, el economista sénior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) señala que es algo que debería explicar el ministro Zelaya, y señala que es una situación similar a la ocurrida en el proyecto presupuestario para el 2022.
En esa ocasión, básicamente, el gobierno calculó un monto de $498 millones para cubrir el presupuesto del año en curso, sin embargo, en el proyecto aparecían reflejados $1,209 millones correspondientes a la deuda para financiar el total del presupuesto que se había proyectado.
En este punto, Lemus subraya que la brecha estimada por el gobierno, y que corresponde a la diferencia entre ingresos y gastos, es solo para cubrir el tema de la inversión, por lo que otros temas como las obligaciones de pago de deuda, como los $667 millones del bono 2023, están aparte y no forman parte de la brecha oficial que ha anunciado el Ejecutivo.