En los últimos trimestres de 2022 y en el primero de 2023, el crecimiento de la economía salvadoreña ha experimentado una desaceleración bastante sensible, según demuestran los datos del Banco Central de Reserva (BCR), algo que puede atribuirse a distintos factores como la caída en las exportaciones, el bajo crecimiento de las remesas y también la disminución de la actividad económica.
Todos estos puntos son considerados por el economista y expresidente del BCR, Carlos Acevedo, como los motivos que han derivado en una también caída de los ingresos que percibe el Estado a través de los impuestos, pues como lo señalan los datos del Ministerio de Hacienda, entre enero y mayo de este año, la recaudación tributaria es menor a la del año pasado.
Por esta razón, Acevedo, quien estuvo el lunes en la entrevista matutina de TCS, cataloga al crecimiento económico como un “limón seco”, el cual no está permitiendo al gobierno poder obtener mayores ingresos a través de la tributación.
Un ejemplo de esta impacto que ha tenido el bajo crecimiento económico es el IVA, la principal fuente de recaudación tributaria, pues Acevedo calcula que ha caído hasta en un 8% con respecto al año pasado, lo que puede explicarse con variables como la inflación y el alza en el costo de los bienes de consumo, principalmente de los alimentos.
En pocas palabras, que debido a los altos precios que aún persisten en el país, la población ha optado por consumir cada vez menos y, con esto, ha provocado que los ingresos por medio del Impuesto al Valor Agregado también caigan.
Debido a esto, el economista sostiene que “considerando variables como las exportaciones y las remesas, es difícil que la economía pase de crecer 0.8% (al primer trimestre de 2023) a más del 2%”, como lo señalan las proyecciones del BCR, el cual sitúa el crecimiento del PIB para el cierre del año entre los 2% y los 3%.
En este sentido, el economista también apunta que, si bien la economía podría seguir disminuyendo su ritmo de crecimiento, lo más importante entorno a esto es todo lo relacionado con la pobreza en el país, pues para 2022 la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) arroja que la cantidad de salvadoreños pobres aumentó con respecto a 2021, lo que puede estar vinculado directamente con la inflación en los precios de los alimentos. “Es algo que el gobierno debe abordar”, apunta.