“La remesa es una de las razones por las que hicimos la Ley Bitcoin, la cual les permitirá el envío sin intermediarios y sin cargos adicionales”, fueron las palabras del presidente Nayib Bukele en junio de 2021, apenas dos semanas después de que dicha ley fue aprobada en un proceso exprés en la Asamblea Legislativa, de corte oficialista.
Sin embargo, ocho meses después de esa afirmación, y cinco desde que entró en vigencia la ley, los datos oficiales dicen otra cosa: los salvadoreños en el exterior, principalmente en Estados Unidos, prefieren los mecanismos tradicionales para enviar esas remesas a sus familiares.
Entre septiembre de 2021 y enero de 2022, el período que lleva vigente la Ley Bitcoin y el funcionamiento de la billetera estatal Chivo, al país han ingresado al rededor de $3,195.6 millones en remesas familiares, de acuerdo con datos del Banco Central de Reserva (BCR) y procesados por la consultora Lab-Dat.
De ese total, apenas un 2.1% ha ingresado por medio de billeteras digitales, entre las que se presume está Chivo, la plataforma que le ha costado millones de dólares a los salvadoreños debido a las acciones del gobierno para impulsarla.
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A través de esa vía, y desde que se comenzó a utilizar el Bitcoin, la cantidad de remesas ha oscilado entre los $2.6 y los $29.7 millones, este último dato correspondiente a octubre de 2021.
No obstante, los meses siguientes la cantidad de remesas que entró al país por esa vía disminuyó. Por ejemplo, en noviembre, la suma fue de $12.3 millones; en diciembre fue de $12.4 millones; mientras que en enero, de los $552.7 millones totales en remesas, solo $10 millones fueron por ese medio.
Estos montos, además de no compensar el enorme gasto gubernamental para implementar el Bitcoin, también difieren del supuesto uso masivo que tiene, y que según el gobierno ya acumula a más de 4 millones de usuarios.
“No hay confianza”
Según economistas consultados por El Diario de Hoy, como el consultor Luis Membreño y el expresidente del BCR, Carlos Acevedo, hay una explicación que podría dar respuesta a esos bajos números en las remesas familiares realizadas con la billetera Chivo.
Ambos expertos coinciden en que el punto principal que no ha permitido que las remesas por medio de esa vía aumenten es que los usuarios simplemente no tienen confianza en la plataforma Chivo, algo que no ocurre con las instituciones financieras convencionales con las que han enviado sus remesas por muchos años.
En este sentido, Membreño apunta que “cosas como las fallas en Chivo Wallet, las transacciones que no aparecen o la pérdida de fondos, así como la fluctuación del mismo Bitcoin, han generado desconfianza en los usuarios”, por lo que también añade que esa falta de incentivo provoca que la gente se decante por los sistemas tradicionales.
Asimismo, desde que se anunció esa plataforma, diversos economistas y sectores que conocen del tema, señalaron que iba a ser improbable que los salvadoreños en el exterior lo usaran de forma masiva, sobre todo porque “la gente tiene y quiere dólares”, agrega el economista.
Según Membreño, el enviar remesas por medio de Chivo Wallet significa que los usuarios deben comprar Bitcoin y asumir el riesgo de la volatilidad de ese criptoactivo, por lo que sus familiares que reciben la remesa en territorio salvadoreño podrían no recibir la suma original.
Ante esto, agrega que el tema del no cobro de comisiones que el propio Bukele anunció desde el lanzamiento de la Chivo Wallet no ha sido suficiente, pues la diáspora “prefiere absorber el cobro de comisiones en el sistema tradicional” porque está seguro de cuánto le cobrarán y de cuánto recibirán sus familiares en el país.
Y agrega: “el sistema tradicional genera confianza, pues la gente sabe a quién abocarse en caso de un problema y sabe también que le responderán. En cambio Chivo Wallet es tierra de nadie y no responden”, señaló.
Esto último se debe a que desde que billetera estatal comenzó a funcionar, ha presentado problemas, algunos bastante graves, como los cientos de casos de números de DUI usurpados o los múltiples casos de fraude que han sufrido varias personas, algunas usuarias de Chivo y otras sin interés en registrarse en la plataforma.
Ante esos problemas, los cuales incluso sido denunciados ante la Fiscalía General de la República (FGR), ni la empresa Chivo ni el propio gobierno han emitido postura oficial alguna, por lo que se desconoce si las personas afectadas obtendrán algún tipo de respuesta.
Lo último que se conoció es que el gobierno ha contratado a una empresa denominada AlphaPoint y que vendría a solucionar esos problemas de la plataforma desarrollada por el gobierno.
A propósito de esto, Acevedo señala que “puede ser que la desconfianza está alimentada por todos los fallos de la billetera Chivo”, mismas que han señalado varios sectores en el país y que coincide con lo expresado por Membreño, aunque aclara que “yo no descartaría la posibilidad de que con la nueva gestión de AlphaPoint el servicio mejore y el uso de la Chivo aumente. Pero de momento parece ser un fracaso”, opinó.
¿Puede desplazar al sistema tradicional?
Cuando Bukele hizo la presentación de la Chivo Wallet para enviar y recibir remesas con Bitcoin, también dijo que la plataforma permitiría “recuperar” hasta $400 millones que, presuntamente, gastan anualmente los salvadoreños en el exterior solo en el pago de comisiones por envío.
Sin embargo, los números reflejados por el propio BCR demuestran que el uso es muy poco con respecto a lo que el gobierno esperaba, por lo que Acevedo agrega que “si solo el 2% de remesas vienen a través de Chivo, el efecto sobre los canales tradicionales no es significativo”.
Por su parte, el gobierno ha gastado más de $300 millones en implementar el Bitcoin, según Membreño, una cifra que difícilmente podría cubrirse con las remesas que ingresan al país vía Chivo Wallet.
Las remesas son uno de los principales ingresos que tienen las familias salvadoreñas. Esta cantidad de dinero se ha mantenido en torno a los $500 millones mensuales y en algunos casos ha llegado a sobrepasar los $750 millones.